Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las personas físicamente activas son menos propensas que las sedentarias a desarrollar cáncer, según el estudio, publicado en la revista American Journal of Epidemiology, y realizado un grupo de investigadores junto con el Ministerio de Salud japonés. Los hombres en la cohorte físicamente más activa tenían un 13 por ciento menos de riesgo de desarrollar cáncer, comparados con los del grupo de menor actividad. En tanto, las mujeres más activas corrían un 16 por ciento menos de riesgo que sus pares sedentarias.

"Se han realizado muchas investigaciones en el pasado sobre la relación entre la recreación y el desarrollo de cáncer en la sociedad occidental," dijo la doctora Manami Inoue, jefa de sección del Centro Nacional del Cáncer.
"No obstante, nuestra investigación es la primera en Japón de este tamaño y sobre este ámbito; observamos el ejercicio y el trabajo en general, lo cual no está sólo relacionado con el esparcimiento," añadió Inoue.

La población encuestada se dividió en cuatro grupos, según su proporción individual de tasa metabólica basal, TMB o equivalente metabólico, que estaba determinada por la cantidad de tiempo que las personas pasaban sentadas, caminando, paradas, durmiendo y haciendo ejercicio.

"Nuestra investigación observó la actividad física general que las personas realizaban diariamente y no sólo los ejercicios que las personas hacían en el tiempo de recreación o entrenamiento," señaló Inoue. La tendencia fue más perceptible entre las mujeres japonesas, quienes eran menos propensas a desarrollar cáncer si practicaban ejercicio regular y llevaban un estilo de vida activo.

Los resultados del estudio también demostraron que la tendencia sería prevalente en relación con el riesgo de cáncer de colon, hígado y páncreas entre los hombres y el desarrollo de cáncer de estómago entre las mujeres.
La investigación, dirigida por el Centro de Salud Pública de Japón, fue la primera en su tipo en una población no occidental que busca indicios de las causas del cáncer.

Inoue manifestó: "Hay muchas diferencias físicas entre los asiáticos y nuestros pares occidentales. Los asiáticos generalmente son más delgados, con menor IMC (índice de masa corporal). Nuestro estudio muestra que la falta de actividad física general es una de las tantas razones" que contribuye al desarrollo del cáncer, finalizó la experta.