Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un equipo de la Universidad de Virginia desarrolló un nuevo dispositivo diseñado para hacer más seguro y rápido el tratamiento quirúrgico de las infecciones en los oídos.
El dispositivo, que combina tres de las herramientas utilizadas en la implantación quirúrgica de tubos de ventilación en los oídos ha mostrado resultados prometedores en ensayos clínicos.
Cada año en los Estados Unidos, cerca de 2,2 millones de niños necesitan recibir implantación de tubos para el tratamiento de infecciones crónicas en los oídos (otitis media) con efusión. Los tubos se introducen para aliviar la presión y la acumulación de fluido.
"Actualmente, el procedimiento es tedioso", aseguró Shayn Peirce-Cottler, colíder del equipo y profesora asistente de Ingeniería Biomédica de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la universidad.
"Se introducen tubos pequeños de 2 o 3 mm. de diámetro con cuatro instrumentos diferentes. El nuevo dispositivo de inserción facilita un proceso más fácil y seguro. Reduce el tiempo de anestesia y la cantidad de instrumentos introducidos al canal auditivo, lo que, a su vez, reduce los riesgos para el paciente", señaló Peirce-Cottler.
El nuevo dispositivo de acero inoxidable está compuesto por una varilla hueca con un collar que sostiene el tubo auditivo en su lugar. Esto le permite al cirujano aplicar fuerza para introducir el tubo con un movimiento.
"Entre más veces se meta y se saque un instrumento del canal auditivo, mayor será el riesgo de daño para las estructuras circundantes, la pared del canal auditivo y hasta la membrana timpánica", aseguró el Dr. Bradley Kesser, cirujano otorrinolaringólogo del sistema de salud de la Universidad de Virginia.
"La piel del canal auditivo se encuentra entre las más delgadas del cuerpo, por lo que cualquier roce puede causar sangrado. El sangrado en el canal auditivo no deja ver nada. Entonces, hay que eliminar la sangre y obtener un campo quirúrgico limpio antes de poder introducir el tubo con seguridad", explicó Kesser.

Fuente: Nueva York, julio 3/2008 (HealthDay News)