Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Investigadores de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia (Estados Unidos) han conseguido que las células T, se vuelvan resistentes a la infección por VIH, tanto en el tubo de ensayo como en modelos de experimentales, utilizando un enzima diseñado para alterar un gen específico. Los resultados del estudio se publican en la edición digital de la revista Nature Biotechnology.

Los resultados podrían conducir a un tratamiento clínico en el que las células T de un individuo positivo al VIH se aislarían, se alterarían después genéticamente con la enzima y posteriormente volverían a ser inyectadas en el organismo.

El VIH entra en las células T al reconocer dos receptores diferentes de la superficie celular, un receptor primario llamado CD4 y un co-receptor como CCR5 o CXCR4. Los individuos que han nacido con mutaciones en el gen CCR5 carecen de moléculas de CCR5 funcionales sobre sus células T y son resistentes de forma natural a la infección por VIH.

Los investigadores, dirigidos por Carl June, para observar si este mecanismo natural de resistencia viral podría ser imitado en células T normales que expresaran CCR5 funcional, alteraron el gen CCR5 utilizando un tratamiento genético. El tratamiento incluía endonucleasas de dedos de zinc, enzimas que cortan el ADN en secuencias específicas. Los investigadores produjeron variantes de estas endonucleasas y pudieron controlar qué secuencias genéticas eran cortadas.

Los autores diseñaron una endonucleasa de dedos de zinc que se suponía tenía que dirigirse al gen CCR5 y mostraba que alteraba este gen en células T humanas con una especificidad muy elevada. Cuando una mezcla de células T modificadas y no modificadas era infectada con VIH en una placa Petri, las células T modificadas sobrevivían mejor. Las pruebas en un modelo experimental de infección por VIH revelaron que los animales a los que se trasplantó células T modificadas tenían cargas virales más bajas y números más elevados de células T en comparación con animales que recibían las células T no modificadas.

Los autores señalan que si los ensayos clínicos confirman los resultados positivos encontrados en el modelo experimental, el tratamiento podría ser útil para recuperar el sistema inmune en las personas VIH positivas al reproducir sus células T resistentes a la infección por VIH.