Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los chips de identificación por radiofrecuencia (RFID) usados para rastrear algunos productos podrían hacer que los dispositivos médicos como los marcapasos fallen, informaron investigadores holandeses.
La interferencia electromagnética de los chips generó 22 problemas que podían poner en peligro a los pacientes, dijo Erik Jan van Lieshout, del Centro Médico Académico de la Universidad de Amsterdam.
“Queríamos investigar la seguridad de los RFID en la atención médica porque no ha sido evaluada. Este es el primer estudio hasta el momento sobre la interferencia de los RFID dentro de los hospitales”, dijo Van Lieshout, quien dirigió el estudio.
Los minoristas dieron la bienvenida a esta tecnología que en la actualidad está ingresando al campo de la atención médica.
Entre las posibles aplicaciones se encuentra la diferenciación de los envoltorios de medicamentos para evitar falsificaciones, el control de los productos sanguíneos y el rastreo del equipamiento y los dispositivos médicos importantes, señaló Van Lieshout.
Si bien la potencial interferencia electromagnética dañina por parte de estos sistemas anti-robo sobre algunos marcapasos y desfibriladores se conoce, no se sabe con exactitud qué efectos tendrían sobre otros dispositivos médicos claves, indicaron los investigadores.
“La implementación de RFID en las unidades de cuidados intensivos y otros ambientes de atención médica similares debería requerir la realización de pruebas de interferencia electromagnética en el lugar, además de la actualización de los estándares internacionales”, escribió el equipo de Van Lieshout en Journal of the American Medical Association (JAMA.
Los expertos holandeses probaron la interferencia electromagnética de dos de los sistemas RFID más comunes en una habitación de una sola cama dentro de una unidad de cuidados intensivos, sin pacientes. Las evaluaciones sobre 41 dispositivos identificaron 22 peligros, de los cuales dos fueron calificados como importantes y otros 10, como leves.
La mayoría de los riesgos se produjeron a 25 centímetros del equipamiento, aunque se registraron problemas hasta a seis metros de distancia. Un incidente peligroso fue un problema que podía poner en riesgo a los pacientes, mientras que uno importante fue el que requirió la asistencia de una enfermera, pero no implicaba peligro inmediato para la persona.
Los resultados no deberían retraer a los hospitales de usar esta tecnología, pero destacan la necesidad de confirmar que las señales inalámbricas sean seguras para los pacientes, agregó Van Lieshout.
“No queremos inducir una prohibición sobre los RFID en la asistencia médica porque tienen realmente un potencial”, dijo el autor, quien añadió: [que] “como otras señales inalámbricas, podría poner en riesgo nuestro equipamiento y, por lo tanto, a los pacientes”.
JAMA: http://jama.ama-assn.org/

Fuente: Londres, junio 25/2008 (Reuters)