Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
Los adultos mayores con diabetes mellitus deficientemente controlada, pueden tener un riesgo tres veces mayor de desarrollar tuberculosis que los que logran un mejor control de la enfermedad metabólica, indicaron los hallazgos de un estudio. La tuberculosis (TB) es una infección bacteriana de transmisión aérea muy contagiosa y potencialmente mortal que afecta a los pulmones. Entre los síntomas se incluyen tos con una duración de tres semanas o más, debilidad, cansancio, pérdida de peso, fiebre, escalofríos y sudores nocturnos. Se sabe que la diabetes mellitus, por razones desconocidas, aumenta el riesgo de TB, dijo el doctor Chi C. Leung, de la Clínica Torácica de Wanchai, en Hong Kong; sin embargo, pocos estudios han examinado en específico el impacto del control de esta enfermedad. Para investigarlo, el equipo de Leung hizo un seguimiento de 42 116 residentes de Hong Kong de 65 años o más durante cinco años. El control de la diabetes mellitus, según se determina por los niveles en sangre de hemoglobina A1C, parecía ser el factor determinante predominante del aumento del riesgo de TB, informaron los autores en American Journal of Epidemiology. Niveles de A1C del 7% o superiores identificaban un control deficiente mientras que cifras inferiores al 7% identificaban un buen control de la dolencia. Comparado con los individuos de edad avanzada sin diabetes mellitus, los que la padecían con deficiencias en su control, tenían una probabilidad 2,5 veces mayor de tener TB activa. El riesgo no cambiaba cuando los investigadores tenían en cuenta el sexo, la edad y otros factores asociados al riesgo de TB. Los países con una prevalencia elevada de tuberculosis tendrían que considerar la vigilancia regular de la hemoglobina A1C entre estos pacientes para identificar mejor a los que corren mayor riesgo de tuberculosis, indicaron los investigadores. Se necesita más investigación para evaluar asociaciones de riesgo similares entre las personas jóvenes con diabetes mellitus, dijo Leung. Fuente: Nueva York, junio 26/2008 (Reuters Health) |