Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El aumento de los niveles de oxígeno en el cerebro de los bebés prematuros puede ser un signo de que sufren dolor, aunque no se observen otras evidencias físicas, publica la Public Library of Science.
Investigadores del Colegio Universitario de Londres aplicaron un escáner cerebral a un grupo de niños y encontraron cambios en los niveles de oxígeno de sus cerebros cuando experimentaban dolor al ser pinchazos en el talón para obtener muestras de sangre.
El estudio sugiere que las escalas de uso general para clasificar el dolor en los bebés podrían estar erradas en alguna medida. La capacidad del bebé prematuro para sentir dolor y la dosis de calmantes ante la necesidad de prevenirlo ha sido objeto de debate en la medicina.
Los doctores y las enfermeras deben confiar no sólo en cambios faciales y alteración en los patrones del sueño, sino también en las del ritmo cardíaco y en los niveles de oxígeno en sangre.
En la investigación se involucró a 12 bebés, y los cambios que se producían en estos en las concentraciones de oxígeno en ciertas zonas del cerebro podrían ser una respuesta al dolor. Aunque el estudio es pequeño, lograría aportar una herramienta para que los médicos descubran si un pequeño siente malestar, indicó la directora del trabajo, Rebeccah Slater.

Fuente: Londres, junio 26/2008 (PL)