Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un grupo de científicos de la Universidad de Michigan (EE.UU) están investigando un compuesto, producido por los tumores prostáticos agresivos, que podría ser usado para diseñar nuevas pruebas de orina que detecten los cánceres de próstata de peor pronóstico.

El estudio, publicado recientemente en la revista Cancer Cell, analizó 1.800 tumores prostáticos distintos para intentar identificar un gen singular que se produce en el 10 por ciento de los cánceres más agresivos. El gen, llamado SPINK1, estaba sobre expresado o hiperactivo, en cerca del 44 por ciento de los casos de cáncer de próstata, informó el equipo investigador.

¨Dado que el SPINK1 puede hallarse de manera no invasiva en la orina, podría desarrollarse una prueba para complementar el test actual, que se usa para identificar algunos cánceres de próstata¨, indicó el doctor Arul Chinnaiyan, que supervisó el estudio.

Por otra parte, los expertos, que no saben exactamente qué papel desempeña SPINK1 en el cáncer, advirtieron de que en los pacientes con este gen el tumor prostático era dos veces más propenso a reproducirse después de la cirugía. Los tumores reaparecieron tras la operación entre el 25 por ciento y el 40 por ciento de los hombres.

Actualmente, las pruebas del cáncer de próstata incluyen un análisis de sangre que observa el antígeno prostático específico o PSA, una proteína generada sólo por las células de la próstata. Los tumores prostáticos producen niveles adicionales de PSA, pero también lo hace la próstata agrandada por la edad, lo que vuelve imprecisa a la prueba.

El cáncer de próstata, que padecen más de 780.000 hombres y causa la muerte de más de 250.000 cada año en todo el mundo, puede ser de crecimiento muy lento. Si bien es común, no siempre requiere tratamiento inmediato. El problema se encuentra en saber qué pacientes necesitan el control más cuidadoso después de la cirugía o la terapia de radiación para destruir el tumor.