Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El papel de una proteína responsable de la reparación del daño producido en el ADN puede ser crucial para explicar cómo el consumo de tabaco produce cáncer de pulmón, según publican investigadores estadounidenses en el ¨British Journal of Cancer¨.

Las células pulmonares expuestas al humo del tabaco generan menos cantidad de esa proteína, llamada FANCD2, según concluye el estudio realizado por investigadores del Instituto del Cáncer de la Oregon Health & Science University.

Sin la proteína FANCD2, el ADN dañado puede provocar que las células se multipliquen sin control en lugar de autodestruirse.

El estudio puede ayudar a mejorar los tratamientos de los tumores pulmonares, principal causa de muerte por cáncer en el mundo, señalan los investigadores.

El cáncer de pulmón provoca la muerte de más de un millón de personas al año y sólo el 15% de los pacientes sobrevive 5 años o más después del diagnóstico. ¨Estos resultados muestran el importante papel que desempeña la proteína FANCD2 en la protección de las células pulmonares contra el humo del cigarrillo y explicarían por qué es tan tóxico para estas células¨, declara la Dra. Laura Hays, una de las autoras del estudio.

¨Pese a que probablemente hay otras proteínas involucradas en este proceso, sabemos que ésta es clave, porque las células con niveles muy elevados de FANCD2 eran resistentes a los efectos tóxicos del humo¨, añade el Dr. Grover Bagby, supervisor del trabajo.

La Dra. Hays y colaboradores crearon una tráquea artificial en el laboratorio para estudiar los efectos del tabaco sobre las células. La proteína FANCD2, que ya había sido relacionada con el cáncer previamente, pertenece a una familia de proteínas implicadas en la anemia de Fanconi.

Las personas con esta enfermedad tienen niveles bajos de esas proteínas y tienen más probabilidades de desarrollar cáncer a edad joven. ¨Esta pieza interesante de la ciencia se suma a nuestra comprensión de por qué fumar es tan letal. El tabaquismo es la causa evitable más grande de cáncer y produce 9 de cada 10 tumores pulmonares¨, señala en un comunicado Lesley Walker, de Cancer Research UK.

¨Pero la buena noticia es que abandonar el hábito funciona. Después de cinco años sin fumar, el riesgo de infarto de miocardio disminuye a la mitad respecto a alguien que sigue fumando. Y después de 10 años, el peligro de cáncer de pulmón también se habrá reducido a la mitad¨, añadió.

Muchos otros genes han sido relacionados con el cáncer de pulmón y los médicos coinciden en que una combinación de condiciones genéticas y tabaquismo desencadena la enfermedad.