Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
La evolución le habría otorgado a ciertas poblaciones del este asiático una defensa genética contra el alcoholismo. Durante muchos años, los científicos pensaron que gran cantidad de asiáticos portan una determinada variación del gen ADH1B, que es el responsable de que las personas se sonrojen, se sientan mal o sufran náuseas después de beber una pequeña cantidad de alcohol. Esta mutación reduce el riesgo de que las personas se vuelvan alcohólicas. Pero en el nuevo estudio, un equipo de investigadores de la Universidad de Yale halló que sólo ciertos grupos en Asia oriental registran alta prevalencia de esa variación genética protectora, mientras que en otros es menos frecuente. Esto sugiere que algún factor ambiental en el pasado relativamente reciente hizo que esa variación fuese una ventaja para algunas poblaciones en Asia. Los resultados fueron publicados en la versión on line de la revista PLoS One. El gen ADH1B es uno de un conjunto de genes relacionados que controlan a ciertas enzimas que metabolizan el alcohol. Una variación del gen llamada ADH1B*47His hace que el cuerpo acelere la transformación del etanol (alcohol) en la sustancia química responsable de la resaca, el acetaldehído. La variación genética es altamente prevalente en Asia oriental, bastante frecuente en Asia occidental y en Afrecha del norte y muy rara en el resto del mundo. El nuevo estudio, dirigido por el doctor Kenneth Kidd, profesor de genética en Yale, estudió la n de la variación genética protectora en distintos grupos lingüísticos en Asia oriental. El equipo halló que el gen era frecuente en dos de esos grupos, que son los que hablan las lenguas hmong y altaicas, que están muy difundidas en todo Asia. El hecho de que la variación genética fuese prevalente en esos grupos sugiere que, en algún momento de los últimos miles de años, algo en el entorno transformó al gen positivamente de manera tal que sus portadores pudieran sobrevivir más que los no portadores. Se desconoce que fue ese ¨algo¨. Pero es poco probable que sea el efecto antialcoholismo, dijo Kidd a Reuters Health, debido a que eso no habría podido mejorar la supervivencia también. Una teoría, explicó Kidd, es que la variación genética protegió a algunos grupos en Asia de una toxina en su comida tradicional, pero ausente en la de otros grupos. Si eso los protegió de enfermedades o les mejoró la nutrición, dijo Kidd, entonces sí se trataría de una ventaja de supervivencia. Otra teoría es que la variación protegió a los portadores de una parasitosis: altos niveles de acetaldehído en sangre que habrían sido fatales para ciertos parásitos. Las tasas de alcoholismo siempre fueron muy bajas en ciertos pueblos asiáticos, en especial en China. Este estudio, dijo Kidd, ayuda a comprender el motivo. PLoS One: http://www.plosone.org/home.action Fuente: Nueva York, abril 24/2008 (Reuters Health) |