Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Algunos investigadores han estado analizando por qué en ciertas regiones de Estados Unidos y del Reino Unido hay personas que tienen mayores probabilidades de sufrir ictus que otras. Ahora, dos especialistas han estudiado la posibilidad de que este modelo desigual de riesgo se adquiera ya en el útero materno.



Según publica la revista "Stroke", el Dr. David J. P. Barker, de la University of Southampton (Reino Unido) y el Dr. Daniel T. Lackland, de la Medical University of South Carolina (Estados Unidos) han señalado que estas diferencias de índices de accidentes cerebrovasculares pueden provenir de variaciones geográficas previas, relacionadas con la salud prenatal.



Los investigadores compararon los índices de fallecimientos por infarto entre 1968 y 1978, de diferentes regiones de Inglaterra y Gales, con los de muertes maternas e infantiles de la primera parte del siglo XX, es decir, del momento en que muchos pacientes de infarto habían nacido. Los resultados mostraron que muchas zonas del Reino Unido, que se caracterizaban por presentar altos índices de ictus, tenían también índices elevados de muertes maternoinfantiles. La relación parece, pues, muy estrecha.



Además de esa evidencia de que el riesgo cerebrovascular puede comenzar antes del nacimiento, los autores señalaron que las personas que nacen con bajo peso tienen más probabilidades de sufrir un ictus.



Stroke 2003;10.1161/01.STR.0000077257.27430.7E