Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Mediante el uso de fármacos que activan una proteína que se halla en las células de los vasos sanguíneos podría revertirse o incluso prevenir dos de las principales enfermedades oculares que a menudo son causa de ceguera: la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y la retinopatía diabética.
 
Es lo que muestran investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Utah (Estados Unidos) y otras instituciones en la edición electrónica de ¨Nature Medicine¨.
 
La proteína a la que se refieren se conoce como Robo4. Cuando se activa en modelos animales de investigación que simulan las dos enfermedades citadas, ambas fueron prevenidas y revertidas.
 
La proteína Robo4 actúa inhibiendo el crecimiento anómalo de los vasos sanguíneos y estabilizándolos para impedir fugas de fluidos, factores principales de la DMAE y de la retinopatía diabética. No obstante, las implicaciones de este estudio podrían alcanzar a otras enfermedades no oculares, entre ellas el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), que mata a los afectados cuando la infección desestabiliza los vasos sanguíneos permitiendo que los fluidos pasen a los pulmones.
 
¨Muchas enfermedades están causadas por lesiones o inflamación que desestabilizan los vasos y provocan la pérdida de fluidos, que pasan a los tejidos adyacentes –explican los autores-. Nosotros hemos encontrado un mecanismo natural, el de la proteína Robo4-, que contraataca ese problema mediante la estabilización de los vasos sanguíneos¨. No obstante, los científicos advierten de que el desarrollo de fármacos basados en la activación de la proteína puede tardar años en dar los frutos deseados.
 
El mismo equipo de Utah clonó en 2003 la proteína Robo4 y mostró que inhibía el crecimiento de los vasos sanguíneos y la desestabilización que causa las fugas de fluidos. Esta proteína se encuentra únicamente en las células endoteliales y es activada por una proteína llamada Slit. Al activarse, Robo4 inicia una cascada de eventos que estabilizan los vasos sanguíneos y previenen el crecimiento descontrolado.
 
Nature Medicine 2008;doi:10.1038/nm1742