Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Más personas pueden sobrevivir a un ataque cardíaco si los trabajadores médicos de emergencias usan un nuevo método de resucitación, que empieza con alrededor de 200 compresiones en el pecho antes de aplicar una descarga con desfibrilador, informaron investigadores estadounidenses.
Los equipos de rescate de Arizona en Estados Unidos, que emplearon el nuevo enfoque sobre personas que habían padecido un ataque al corazón fuera de un hospital triplicaron las tasas de supervivencia, comparado con el enfoque estándar.
¨El ataque cardíaco es increíblemente común y la supervivencia es escasa¨, dijo el doctor Bentley Bobrow, director médico de los servicios de emergencia del Estado de Arizona e investigador de la Clínica Mayo en Scottsdale.
El nuevo método de resucitación, que no apunta a los transeúntes comunes sino a los trabajadores médicos de emergencias, aumenta el flujo sanguíneo al corazón y al cerebro cuando el músculo cardíaco deja de bombear sangre.
¨Aun si se puede mejorar la supervivencia unos pocos puntos porcentuales, se salvará a miles de personas en todo el país¨, expresó Bobrow, cuyo estudio fue publicado en Journal of the American Medical Association (JAMA).
Para los transeúntes, lo más importante es dar compresiones en el pecho mientras se espera a la ambulancia, señalan muchos expertos.
El ataque cardíaco se produce cuando el corazón deja de hacer circular sangre. La mayoría de las veces, las personas con ataques al corazón tienen un tipo de arritmia cardíaca que se conoce como fibrilación ventricular, por la cual las cavidades del músculo no bombean sangre.
Si la descarga es administrada en los primeros cuatro minutos de producida esta arritmia letal, el corazón se detiene por completo y se hace más difícil que reinicie su actividad.
Durante esa fase, las viejas compresiones en el pecho pueden ayudar a que la sangre vuelva al corazón, lo que facilitaría su reinicio.
Como la mayoría de los equipos de emergencia no llegan al lugar dentro de los primeros cuatro minutos cruciales, el nuevo enfoque insta a la aplicación de 200 compresiones en el pecho en los primeros dos minutos de atención para mejorar las posibilidades de que el corazón vuelva a funcionar.
¨Con frecuencia, se les decía a los trabajadores que desfibrilen inmediatamente al llegar. Pero cuando se hace eso, el paciente suele morir¨, expresó Bobrow.
Con el nuevo método, luego de las 200 compresiones la víctima recibe la descarga y después de eso, otro rescatista realiza 200 compresiones más.
En ese momento, el paciente recibiría una inyección de epinefrina para estimular al corazón y con posterioridad se le insertaría un catéter en la tráquea para ventilar los pulmones.
JAMA: http://jama.ama-assn.org/