Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los problemas sexuales en los pacientes que reciben un trasplante de médula ósea, conocido también como trasplante de células hematopoyéticas (TCH), sobreviven muchos años después de la intervención.
La disfunción sexual es una complicación de la terapia contra el cáncer, pero pocos estudios se ocuparon de analizar si mejora o empeora en los sobrevivientes.
Un equipo multicéntrico dirigido por la doctora Karen L. Syrjala, del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, en Seattle, lo estudió a través de encuestas a 161 pacientes oncológicos antes y después de recibir TCH.
Cinco años después del procedimiento, el equipo comparó la función sexual de 77 pacientes con un grupo de control de otras 77 personas que no fueron trasplantados, según reveló un artículo publicado en la revista Blood. Tanto hombres como mujeres tratados con TCH sufrieron una reducción de la actividad y la función sexual desde antes del TCH hasta seis meses después. Al año, los hombres recuperaron la actividad sexual previa al TCH. En las mujeres, esto demoró dos años. La función sexual mejoró en los hombres a los dos años, pero las mujeres aún no la habían recuperado cinco años después. A pesar de la mejoría de la actividad y la función sexual observada en el tiempo, el 80 y el 46% de las mujeres y los hombres, respectivamente, seguía informando problemas a los cinco años del TCH. Estas tasas fueron más altas que en el grupo de control, aunque la diferencia entre las mujeres de ambas cohortes no fue significativa.
Un artículo editorial indica que el estudio no habría logrado captar la ";complejidad de la sexualidad y la satisfacción humana";, a la vez que señala que sería interesante conocer cómo la función sexual varía en el tiempo en pacientes que no reciben TCH.
Blood: http://bloodjournal.hematologylibrary.org/


Fuente: Nueva York, marzo  8/2008 (Reuters Health)