Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos) han descubierto que las células madre hematopoyéticas, que más tarde se diferencian en todos los tipos de células sanguíneas, se originan y nutren en la placenta, según publican en ¨Cell Stem Cell¨ Según la Dra. Hanna Mikkola, coautora de este estudio realizado con ratones, el hallazgo podría permitir a los investigadores imitar el microambiente embrionario necesario para desarrollar células madre sanguíneas en cultivos celulares y conseguir producirlas para su uso terapéutico. ¨Es la primera vez que podemos afirmar de forma definitiva que las células madre sanguíneas se originan en la placenta. Se acabó la especulación¨, añade la Dra. Mikkola. Los autores trabajan ahora para comprobar el descubrimiento en humanos. En la actualidad los científicos pueden hacer que las células madre embrionarias se conviertan en todos los tipos de células sanguíneas, como los glóbulos rojos y las plaquetas, pero no pueden producir células madre hematopoyéticas que se autorrenueven o se repliquen y que no se diferencien de forma prematura cuando sean trasplantadas a los pacientes. La única forma en que pueden conseguirlo es manipulando el núcleo de las células con genes mediante retrovirus. Los pacientes con leucemia pueden beneficiarse de un trasplante de médula ósea, pero no existen suficientes donantes y cuando la compatibilidad entre donante y paciente no es suficiente se puede producir el rechazo de la médula donada. El cordón umbilical contiene células madre hematopoyéticas pero no en cantidades suficientes para el trasplante en un adulto. En una investigación anterior el mismo equipo descubrió que la placenta contenía gran cantidad de células madre hematopoyéticas, pero no estaba claro si se originaban en alguna otra parte y luego se desplazaban a la placenta para autorrenovarse. Los investigadores utilizaron un embrión de ratón sin latido cardiaco, lo que les permitió descubrir las células madre sanguíneas en su origen, ya que no existía circulación de sangre en el organismo. Según explica la Dra. Mikkola, ¨al utilizar este modelo descubrimos que la placenta tenía el potencial para producir células madre hematopoyéticas con capacidad de diferenciación completa para crear las principales líneas de células sanguíneas. La placenta actúa como un tipo de guardería para estas nuevas células madre sanguíneas, proporcionándoles la primera educación que necesitan¨. Los científicos sabían que las células madre sanguíneas podían encontrarse en la aorta dorsal, pero al existir tan pocas en esta localización, pensaron que no era su única fuente en el embrión. El descubrimiento del estudio actual indica que las células madre sanguíneas son generadas en las grandes arterias del embrión y la placenta y después se mueven a lugares específicos, o nichos, donde se expanden y maduran. La investigación indica que el primer nicho de expansión de las células madre de la sangre es el laberinto muscular de la placenta, donde el oxígeno y los nutrientes se intercambian entre la madre y el feto. Los hallazgos muestran que la placenta alberga dos microambientes distintos, un área en la que las células madre se originan y otra área, el laberinto, que las alimenta y que permite que se expandan en número. Estos nichos tienen diferentes roles y podrían proporcionar pistas a los investigadores sobre cómo producir células madre sanguíneas. Según los autores, los descubrimientos realizados hasta el momento indican que los mecanismos son similares en los humanos. Cell Stem Cell 2008;2:252-263 |