Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Con el objetivo que las pacientes con cáncer de mama reciban el tratamiento adecuado, especialistas del Instituto de Física (IF) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), revisarán la cantidad de radiación que reciben durante sus terapias.
Ana Elena Buenfil Burgos -especialista de la UNAM-, indicó que para tal fin, investigadores estudian "en vivo" la cantidad de radiación que reciben las pacientes. Además se debe garantizar que la dosis radioactiva que recibe la enferma sea la que el médico indique, ya que de ocurrir una sobredosis se puede producir un daño mayor al que tenía en un principio.
Cuando la terapia está bien planeada, los equipos debidamente calibrados y se sigue el protocolo, se logra que los órganos y los tejidos sanos adyacentes a un tumor no reciban más radiación que la que biológicamente resistan, señaló Buenfil Burgos.
Una manera de asegurar el registro de la dosis que reciben los órganos sanos y enfermos, se realiza con la dosimetría durante el tratamiento de la paciente (mediante la colocación de un medidor). En este caso son dosímetros termoluminiscentes, pequeños cristales de fluoruro de litio, en forma de prisma rectangular, de tres milímetros por lado y un milímetro de grosor, que se pegan en la piel del paciente, sin causarle molestia.
Estos dispositivos emiten cierta cantidad de luz cuando son calentados, después de ser expuestos a la radiación. Dicha emisión indica la cantidad recibida de energía, proveniente de la radiación.
Este padecimiento va en aumento en América Latina al registrarse cada año 290 000 casos a consecuencia de un bajo acceso a servicios preventivos y curativos. Anualmente en México, fallecen alrededor de 3000 mujeres por esta enfermedad.