Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Al menos cuatro casos de ébola han sido confirmados en la República Democrática del Congo en los últimos días, elevando a nueve el número total de personas que han contraído recientemente esta enfermedad mortal. De hecho, se trata del mayor brote de ébola que ha sufrido la república desde hace años. No en vano, al menos 167 personas han muerto en la región de Kasai Occidental durante los cuatro últimos meses, si bien todavía persisten dudas de cuántos fallecimientos han sido debidos realmente al ébola. De la misma manera, cerca de 400 han caído enfermas, según datos de las autoridades sanitarias congoleñas.

Christiana Salvi, portavoz para la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la República Democrática del Congo, señaló que los recientes casos proceden de la misma zona que las primeras muestras confirmadas, "si bien algunas de las 40 muestras que han sido enviadas a laboratorios han dado negativo al virus del ébola, y a su vez positivo a otras enfermedades como la shigella, bacteria que infecta el aparato digestivo, o las fiebres tifoideas".

Las autoridades sanitarias congoleñas aseguraron el viernes que sospechaban de que la enfermedad se hubiese expandido a una provincia cercana y de que se estaban enviando muestras de dos personas para ser analizadas.

El ébola provoca una pérdida masiva de sangre y acaba de manera veloz con la vida de más del 90% de las personas que resultan infectadas. A día de hoy no se dispone de cura o tratamiento para esta enfermedad, que se expande a través del contacto directo con la sangre o secreciones de una persona infectada o con objetos que han sido contaminados con secreciones infectadas.

La Répública Democrática del Congo sufrió el mayor brote de ébola en la provincia de Kikwit en 1995, con la pérdida de más de 245 vidas. Kikwit se encuentra situada a unos 300 kilómetros del lugar en el que se han detectado los nuevos casos.

La OMS asegura que más de 1.000 personas han muerto a causa del ébola desde que el virus fue identificado por primera vez en 1976 en Sudán y Congo. Los primates, cazados por mucho centroafricanos como método para subsistir, pueden portar el virus.