Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La mayoría de los europeos, el 71 por ciento, está interesada en la investigación médica y sanitaria, así como en la científica y tecnológica pero tan sólo un 11 por ciento de los ciudadanos dice preocuparse por las implicaciones éticas de este tipo de avances cuando se trata de buscar remedio a un enfermedad grave, según refleja el Eurobarómetro sobre Investigación Médica y Salud publicado por la Comisión Europea.

El estudio revela que tres de cada cuatro europeos están especialmente interesados en los resultados de la investigación biológica y médica y cuando se les pregunta qué aspectos de este área consideran más importantes el 78 por ciento tiene claro que sus resultados, es decir a qué descubrimientos se ha llegado.

Para el 65 por ciento lo interesante es conocer los proyectos que van a ponerse en marcha y los hallazgos que se espera alcanzar y para el 57 por ciento de los preguntados el foco de interés está en saber cómo se hacen los experimentos y cómo llevan a cabo su labor los investigadores.

El Eurobarómetro muestra, como en otros casos, diferencias notables por países en lo que se refiere a los niveles de interés mostrados. Así, la motivación por conocer las causas y el tratamiento de las enfermedades es más notable en los viejos Estados miembros, sobre todo en Grecia, Bélgica, Francia y Luxemburgo, que registran porcentajes por encima del 90 por ciento. En este caso se trata, además, de países donde el nivel de interés por la investigación médica es especialmente alto. En el otro extremo de la tabla se colocan los checos y los lituanos.

El análisis de la respuesta dada por los ciudadanos señala también que predomina una visión básicamente "pragmática" sobre los aspectos biológicos y médicos, es decir, que lo que se quiere saber es sobre todo resultados. En otras palabras, lo que realmente buscan los europeos es información útil en la vida cotidiana, por ejemplo para protegerse frente a determinadas enfermedades infecciosas.

De hecho, para le 60 por ciento de los encuestados lo importante son los nuevos hallazgos médicos, para el 34 por ciento el trabajo científico sobre el riesgo de propagación de enfermedades y para el 31 por ciento el debate sobre las causas y tratamientos de las mismas. Para el 25 por ciento de los encuestados lo fundamental es que los trabajos conduzcan a una mejora de la gestión de los sistemas de salud y, más en concreto, el funcionamiento de los hospitales.

Mucho más abajo en el ranking europeo de prioridades se sitúa el interés por conocer los materiales con los que se investiga, las decisiones gubernamentales sobre investigación (tan sólo un 15 por ciento lo menciona) y las cuestiones éticas vinculadas a la actividad científica en el terreno de la medicina y la salud, que interesa al 11 por ciento de la ciudadanía.

Para la mitad de los suecos, lo más atractivo es seguir el trabajo de los científicos cuando investigan los riesgos de extensión de enfermedades infecciosas, un aspecto que parece preocupar poco a lituanos y españoles, donde sólo un 21 por ciento ofrece esta respuesta al ser preguntado por los aspectos más interesantes de la investigación sobre enfermedades graves.

El debate relacionado con las causas y el tratamiento de las enfermedades llama la atención de la mitad de los portugueses, chipriotas o eslovacos, que se colocan por encima del 31 por ciento de media europea, mientras los españoles que confiesan tener algún interés se limita al 21 por ciento.

Los nuevos descubrimientos tienen seguidores sobre todo en Países Bajos, Bélgica y Dinamarca, con porcentajes que superan el 70 por ciento y menos en República Checa y Lituania. España se coloca ligeramente por encima de la media europea con un 64 por ciento.

Finalmente, el sondeo indica que los europeos confían en la comunidad científica y los profesionales de la medicina cuando se trata de obtener información fiable sobre la investigación científica. Los equipos médicos, seguidos de los investigadores universitarios o de laboratorios públicos, son los que más confianza generan en los europeos. Uno de cada tres dice también que se fía de la prensa especializada pero pocos (sólo el 10 por ciento) cree que esta información es fiable cuando procede de los gobiernos regionales o nacionales.