Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La contaminación podría empeorar el estado de los pacientes cardiacos al afectar a los vasos sanguíneos y a la coagulación, según un estudio de la Universidad de Edimburgo y la Universidad de Umea que se publica en la revista New England Journal of Medicine.

La investigación descubrió que la inhalación de los tubos de escape de diesel provocaba cambios en la actividad eléctrica del corazón, lo que sugiere que la polución atmosférica reduce la cantidad de oxígeno accesible al corazón durante el ejercicio.

Según Nicholas Mills, autor principal del estudio, señala que "este estudio proporciona una explicación sobre por qué los pacientes con enfermedad cardiaca son más propensos a ingresar en un hospital en los días en los que los niveles de aire contaminado aumentan. La mayoría de las personas tienden a pensar que la polución atmosférica tiene efectos sobre los pulmones pero, como el estudio muestra, también puede tener un importante impacto sobre las funciones cardiacas".

Los investigadores analizaron a veinte hombres que habían sufrido una isquemia cardiaca previa y los expusieron durante una hora a aire filtrado o a tubos de escape diesel diluidos mientras que montaban de forma intermitente una bicicleta estática en una habitación de laboratorio controlada con cuidado en la Universidad de Umea. El funcionamiento cardiaco estaba controlado continuamente y las pruebas sanguíneas fueron realizadas seis horas después de dejar la habitación.

La monitorización eléctrica del corazón mostró que la inhalación del tubo de escape diesel provocaba un aumento de tres veces el estrés del corazón durante el ejercicio. Además, la capacidad del organismo para liberar la proteína t-PA que evita que se formen coágulos sanguíneos, también se redujo en más de una tercera parte después de la exposición.

El vínculo entre la contaminación y la enfermedad cardiaca es muy fuerte en el caso de las partículas finas de los tubos de escape producidas por el tráfico rodado. Los investigadores están especialmente interesados en los motores diesel ya que generan entre diez y cien veces más partículas contaminantes. El número de automóviles diesel está creciendo en Europa y otras partes del mundo. "Los tubos de escape diesel consisten en una mezcla compleja de partículas y gases. Antes de que recomendemos el uso generalizado de filtros para partículas en los motores diesel, necesitamos mostrar que esas partículas son el componente responsable", señala Mills.

"Debido a los beneficios del ejercicio para la salud cardiaca seguiremos alentando a los pacientes cardiacos a realizar ejercicio de forma regular, pero preferiblemente no cuando existe mucho tráfico local alrededor".