Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Según sugiere un estudio de investigadores de la Sociedad Americana del Cáncer que se publica en la revista Journal of National Cancer Institute, los niveles de educación superior están fuertemente asociados con una disminución de la mortalidad por cáncer en hombres de color y blancos y mujeres blancas. La diferencia en la mortalidad en todos los grupos fue mayor entre aquellos con 12 o menos años de educación y aquellos con más de 12 años.

Estudios previos han descubierto que las tasas de mortalidad son mayores entre las personas con menos educación, pero el estudio actual es el primero en analizar la mortalidad según la raza y la etnia y es el primero en tener en cuenta las principales cuatro causas de mortalidad por cáncer. Los investigadores descubrieron que las tasas de mortalidad por todo tipo de cáncer así como por cánceres de pulmón, colorrectal, mama y próstata estaban asociadas con años de educación en hombres blancos, negros y mujeres blancas.

En todas las localizaciones del cáncer, las tasas de mortalidad entre hombres blancos y negros con los niveles de educación más bajos, de 0 a 8 años, eran alrededor de tres veces mayores que las de aquellos con los niveles de educación más elevados, de 17 años o más. En cada nivel de educación, las tasas de mortalidad eran superiores para los hombres negros con respecto a los blancos. Las relaciones entre el nivel de educación y las tasas de mortalidad por cáncer eran más débiles para las mujeres que para los hombres y también más débiles para mujeres negras en comparación con las mujeres blancas. Aún así, las tasas de mortalidad por cáncer fueron superiores entre mujeres negras con 12 o menos años de educación en comparación con aquellas con más educación.

El estudio descubrió por primera vez que las mujeres blancas con mayor nivel de educación tenían menores tasas de mortalidad por cáncer de mama que aquellas menos educadas, invirtiendo el patrón histórico de que las mujeres más educadas son más propensas a desarrollar y morir de cáncer de mama debido a que retrasan su maternidad y otros factores de riesgo reproductivo. Este cambio podría reflejar en parte la cada vez mayor importancia de una detección precoz y un tratamiento apropiado para prevenir la mortalidad en este tipo de cáncer.