Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La prohibición de fumar en el trabajo o en el hogar ayuda a los fumadores que quieren dejar definitivamente el tabaco a hacerlo, según un estudio del instituto canadiense de estadística recién publicado.
El estudio revela que en el curso de la última década los fumadores que no podían fumar ni en la casa ni en el trabajo, eran más susceptibles a dejar de fumar en los años siguientes que aquellos que no tenían restricción alguna.
Entre aquellos fumadores que tenían prohibido fumar en la oficina, el 27 % había dejado de fumar dos años más tarde, pero este porcentaje era solo del 13 % entre los fumadores que podían fumar en su lugar de trabajo.
El 20 % de los fumadores que no podían hacerlo en sus casas había abandonado el tabaco a los dos años, contra el 13 % que no conocían restricciones en su domicilio.
Los resultados del estudio hacen pensar que "para los fumadores que quieren dejar de fumar, las restricciones sobre el uso del tabaco en el trabajo pueden inclinar la balanza para el lado bueno", sostuvo el comunicado del instituto. "Es posible que la necesidad de salir a fumar afuera en aquellos países con invierno riguroso hagan inclinar la balanza hacia el abandono del tabaco en determinados casos", declaró Margot Shields, analista del instituto. El estudio revela también la creciente tendencia al alza de hogares donde no se fuma.
El número de fumadores que viven en casas donde está prohibido fumar aumentó del 27 al 43 % entre el 2000 y el 2006. Estas cifras coinciden con la adopción de medidas que prohíben el tabaco en los lugares públicos en muchas provincias de Canadá.
Según el estudio, el porcentaje de canadienses fumadores disminuyó del 24 al 18 % en el mismo período.