Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Investigadores de la Institución de Investigación Scripps de La Jolla (Estados Unidos) han desvelado los mecanismos bioquímicos que subyacen a los daños cardiovasculares causados por el consumo continuado a largo plazo de metanfetamina. Las conclusiones de la investigación se publican esta semana en la edición digital de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Los investigadores señalan que los efectos inminentes que causan las dosis altas de metanfetamina sobre el cerebro son tan destacables que se ha prestado una escasa atención a los efectos que causa esta droga a largo plazo en el organismo de quienes la consumen de forma continuada. La adicción a la metanfetamina produce graves síntomas cardiovasculares como arritmias, hemorragia intracraneal, insuficiencia cardica congestiva y complicaciones cardiovasculares.

Un estudio dirigido por Jennifer Treweek revela cómo este potente estimulante podría desencadenar los problemas cardiovasculares que se observan en los adictos. Los autores probaron la bioquímica de la metanfetamina para descubrir las consecuencias que podría estar provocando en el organismo además de los efectos sobre el cerebro.

Los científicos plantearon la hipótesis de que la droga reacciona con proteínas de componentes creados por el organismo denominados productos finales de glicación avanzada (AGE), que están implicados en un amplio rango de enfermedades que van desde la diabetes a la enfermedad de Alzheimer.

En estudios experimentales, los investigadores demostraron que la metanfetamina reacciona con proteínas. Los autores muestran que los productos AGE de la metanfetamina alteran el funcionamiento normal de estas proteínas. Por ejemplo, en el sistema circulatorio los AGE forman depósitos sobre las paredes arteriales provocando inflamación y causando daños vasculares.

Según explica Kim Janda, una de las investigadoras del trabajo, "en este estudio descubrimos que el sistema inmune responde de forma importante a la glicación inducida por la metanfetamina, lo que podría conducir a la inflamación y deterioro vascular si no se aplica un tratamiento. Estos problemas son el resultado directo de un abuso a largo plazo de la metanfetamina".

El estudio descubrió una relación directa entre el consumo de metanfetamina y el nivel de anticuerpos circulantes en los modelos experimentales. Esta respuesta inmune, emparejada con anticuerpos que se unen a la metanfetamina, podrían convertir la droga en menos accesible biológicamente conduciendo a una necesidad creciente de dosis cada vez mayores, un problema que se produce en los consumidores crónicos de metanfetaminas.

El estudio también mostró que incluso un consumo limitado diario de la droga era suficiente para producir una expresión excesiva del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF). "Nuestros datos sugieren que incluso a dosis bajas de metanfetamina podrían ser suficientes para aumentar el VEGF a niveles perjudiciales", señala Janda.