Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La nueva vacuna contra la tuberculosis, que desarrolla el Grupo de Genética de Micobacterias de la Universidad de Zaragoza (nordeste de España), podría estar lista en 5 años, pues las pruebas en animales son esperanzadoras.
Así lo manifestaron la profesora María José Iglesias, del grupo que dirige el catedrático Carlos Martín, y la coordinadora de la Red de Epidemiología Molecular de la Tuberculosis Multirresistente en Iberoamérica, Sofía Samper.
Esta es una red en la que participan 22 grupos de investigación de 8 países y que celebra en estos días su primera reunión en Zaragoza. En la reunión, financiada por el Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED) y coordinada desde el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (I+CS), participan representantes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, México y Venezuela con el objetivo de crear una base de datos de los bacilos multirresistentes de estos países.
La tuberculosis es un problema de salud importante, se investiga desde hace años y se han visto grandes avances, pero hay mucho que hacer, señaló Esteban de Manuel Keenoy, director gerente del I+CS.
Según Sofía Samper, es una enfermedad relacionada con la pobreza y aunque las tasas han bajado según las de hace veinte años aún no ha desaparecido.
En España no se muere de tuberculosis, salvo las personas que llegan al país con la enfermedad muy desarrollada, señaló. En este sentido, dijo que ha aumentado la proporción de inmigrantes con cepas multirresistentes, que han pasado del 12 al 50 % por su mal tratamiento y la pobreza.
Aunque es una de las enfermedades infecto-contagiosas que causa mayor número de muertes en el mundo, la tuberculosis se cura con una combinación de 3 fármacos administrados durante unos 6 meses. Sin embargo, si el paciente abandona el tratamiento o lo toma de forma incorrecta puede producir que el bacilo de la enfermedad desarrolle mecanismos de defensa frente a esos medicamentos y se haga resistente (a 2 fármacos) o extremadamente resistente (si se añade alguno otro más). Esto tiene una trascendencia importante para la salud, ya que requiere fármacos de segunda línea, con menor eficacia, más efectos tóxicos y más caros.
Esta infección afecta a países en vías de desarrollo pero también a los desarrollados, con un incremento de casos en la década de los años ochenta debido a la aparición del VIH lo que hizo que se crearan redes nacionales e internacionales para su vigilancia.
En Europa occidental, son España y Portugal los países que presentan mayores tasas de tuberculosis, mientras que los iberoamericanos tienen incidencias muy variadas y alejadas de estas cifras.