Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un medicamento que disuelve los coágulos sanguíneos y que es administrado a personas que sufrieron ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares (ACV), sería eficaz para tratar los miembros congelados y disminuir el peligro de amputaciones.
Mientras que el tratamiento de quemaduras y traumatismos ha evolucionado ampliamente en los últimos 25 años, el de congelamiento no ha cambiado casi nada, explican los autores de este estudio publicado en la revista Archive of Surgery.
Tradicionalmente los médicos calientan el tejido del cuerpo afectado y amputan los miembros dañados permanentemente, a pesar que este último procedimiento puede ser retardado por algún tiempo.
El estudio clínico con este medicamento el activador plasminogen o tPA les fue administrado a seis pacientes hospitalizados con congelamiento grave en el período del 2001-2006, para los que las angiografías realizadas mostraban una circulación sanguínea anormal. Estos pacientes fueron tratados con tPA antes de las primeras 24 horas de haber sufrido el daño y se les comparó con 25 víctimas que sufrieron congelamiento en el periodo de 1995 al 2006 que fueron tratados con el fármaco pasadas las primeras 24 horas.
Para ninguno de los seis pacientes tratados con tPA fue necesaria la amputación del miembro, lo que sí sucedió con los pacientes que no fueron tratados con tPA en las primeras 24 horas.
“Haber tratado a las víctimas de congelamiento en menos de 24 horas fue claramente crucial”, señaló Kevin Bruen, de la Universidad de Utah en Salt Lake City, coautor del estudio.
Los investigadores estiman que el medicamento revierte la coagulación en vasos sanguíneos que se produce cuando la piel comienza a descongelarse y restaura el flujo de la sangre antes que la herida produzca un daño permanente.