Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un estudio publicado por médicos de las universidades británicas de Warwick y Leicester en "Archives of Disease in Childhood" indica que los niños con al menos un progenitor fumador presentan en orina niveles 5,5 veces mayores de cotinina, principal metabolito de la nicotina, que aquellos cuyos padres no fuman. Ser hijo de madre fumadora constituye el mayor efecto independiente sobre los niveles de cotinina en orina, ya que en esos casos se cuadruplican. Ser hijo de padre fumador duplica esas concentraciones. Según el estudio, dormir con los padres y hacerlo en habitaciones con baja temperatura también incrementan los niveles de este subproducto de la nicotina en los niños. La investigación se llevó a cabo midiendo la sustancia en 100 muestras de orina tomadas de lactantes de 12 semanas de edad. Un total de 71 niños eran hijos de al menos un progenitor fumador. Según los autores, los niños hijos de fumadores tienden a proceder de hogares más pobres, con habitaciones más pequeñas y temperaturas inadecuadas. Añaden que los niveles elevados de cotinina en los meses fríos del año pueden ser un reflejo de otros factores que influyen en su exposición al humo del tabaco, como la inapropiada ventilación o la mayor tendencia de los padres a fumar dentro de la casa en invierno. Los autores estiman que cerca del 40% de los niños menores de 5 años están expuestos al humo del tabaco en sus hogares y que ello podría ser la causa de más de 6.000 muertes anuales en niños pequeños.