Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Estudios realizados en la Universidad Autónoma de México (UAM) constataron que la Curva de Tolerancia a la Glucosa Oral (CTGO) convencional, comúnmente empleada para diagnosticar alteraciones del metabolismo de los carbohidratos, entre las que está la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), proporciona información limitada.
Héctor Miguel Trujillo Arriaga, jefe del área de Ingeniería Biomédica de la Unidad Iztapalapa, concluye lo anterior en su tesis doctoral Análisis dinámico de la glucemia, en donde se aplicaron conceptos y criterios propios de la ingeniería como el modelado y la simulación de sistemas para describir la dinámica de la concentración de la glucosa en la sangre ante un estímulo específico.
El estímulo que se emplea es la ingesta rápida de una solución de glucosa, lo que provoca que la concentración sanguínea se eleve y, con el transcurso del tiempo, normalmente entre dos y tres horas, decaiga.
La CTGO es el resultado de graficar los diferentes valores de concentración de glucosa sanguínea de cada una de las muestras de sangre, con respecto al tiempo en que se obtuvo cada una de esas muestras.
Las pruebas experimentales se realizan en el laboratorio de Farmacología de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
La CTGO refleja la capacidad del organismo para metabolizar la glucosa. En los sujetos con alteraciones en el metabolismo de los carbohidratos esta capacidad se encuentra alterada, y particularmente en el caso de los sujetos con diabetes mellitus tipo 2 está disminuida.
El especialista apuntó que "una CTGO convencional (muestra de sangre obtenida cada 30 minutos con una duración de dos horas) es insuficiente". Por ello, basándose en el Teorema del muestreo, propone obtener una muestra de sangre cada 10 minutos por lo menos durante tres horas.
Si se realiza la CTGO con el enfoque propuesto entonces "estamos en capacidad de describir el comportamiento dinámico de la glucemia como una suma de funciones y conocer los parámetros de cada una de estas funciones".
Si se conoce la dinámica de la glucemia entonces se pueden tomar las medidas pertinentes (dieta, ejercicio, farmacoterapia, entre otras) y realizar varias CTGO de seguimiento, por ejemplo cada seis meses, a fin de poder valorar, cualitativa y cuantitativamente, el comportamiento dinámico de la glucemia. También para poder diseñar un tratamiento médico adecuado.