Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las mujeres que sobreviven a un cáncer de mama que siguen una dieta saludable y realizan niveles moderados de ejercicio reducen a la mitad su riesgo de mortalidad derivada de esta enfermedad, según un estudio de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) que se publica en la revista Journal of Clinical Oncology.

En el estudio participaron 1.490 mujeres con una media de 50 años con cáncer de mama en fase inicial que fueron diagnosticadas entre los años 1991 y 2000 y que habían completado su terapia antes de comenzar el estudio. Los patrones dietéticos y de actividad físicas de estas mujeres se evaluaron al inicio del estudio y fueron seguidas entre cinco y once años.

Según explica el director del estudio, John Pierce, "hemos demostrado en este estudio sobre supervivientes del cáncer de mama que si una mujer no sufre de sobrepeso, si come al menos cinco raciones de vegetales y frutas al día y camina de forma rápida durante 30 minutos, seis días a la semana, su riesgo de morir por la enfermedad baja el 50 por ciento".

Los investigadores descubrieron que sólo el 16 por ciento de las mujeres que estaban obesas se encontraban físicamente activas y tenían una dieta saludable en comparación con el 30 por ciento del resto de la población de estudio. Aquellas mujeres que estaban físicamente activas y tenían una dieta sana fueron mucho más propensas a sobrevivir a lo largo del periodo de seguimiento en comparación con el resto del grupo de estudio. La tasa de mortalidad fue del 7 por ciento, aproximadamente la mitad de la observada en el resto de la población de estudio.

Según señala Cheryl Rock, coautor del trabajo, "es de particular importancia que esta reducción a la mitad del riesgo se observó en mujeres que padecían obesidad y en aquellas que no". Además, señala Rock, el efecto no se observó en mujeres que seguían sólo uno de los dos patrones de estilo de vida, un consumo alto de vegetales y fruta o la actividad física.