Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Investigadores de la Universidad Vanderbilt (Estados Unidos) han descubierto un grupo de proteínas en la sangre que predice qué pacientes con cáncer de pulmón de células grandes tendrán una mayor supervivencia al ser tratados con ciertas terapias. Las conclusiones de la investigación, que se publica en la revista Journal of the National Cancer Institute, se unen a la serie de trabajos que buscan un tratamiento adaptado al paciente.

Los descubrimientos podrían servir algún día a los especialistas para decidir qué pacientes con cáncer de pulmón tratar con los fármacos conocidos como inhibidores de la tirosina quinasa del receptor EGF, el caso de gefitinib y erlotinib. Estudios anteriores han demostrado beneficios en la supervivencia para entre el 30 y el 40 por ciento de los casos de cáncer de pulmón, pero aún no se ha desarrollado un método para identificar a estos pacientes antes del tratamiento.

Los investigadores utilizaron espectrometría de masas para analizar las muestras de sangre de 139 pacientes tomadas antes de comenzar el tratamiento con gefitinib. En este análisis descubrieron un patrón de ocho proteínas que estaba asociado con la supervivencia y desarrollaron un algoritmo para la predicción.

Los investigadores evaluaron el algoritmo en dos grupos más de pacientes, un grupo en Italia tratado con gefitinib y compuesto por 67 pacientes y otro de 96 pacientes estadounidenses tratados con erlotinib. La aplicación del algoritmo clasificó a los pacientes según se pudieran beneficiar o no del tratamiento con estos fármacos.

Los resultados mostraron un elevado éxito en cuanto a la predicción de los beneficios en la supervivencia obtenidos por los pacientes tras someterse al tratamiento. En el caso del grupo tratado con gefitinib, los pacientes clasificados como "buenos" tuvieron una supervivencia media de 207 días mientras que aquellos clasificados como "pobres" mostraron una supervivencia media de 92 días.

Según los investigadores, este grupo de proteínas se desarrolló a partir de los pacientes tratados con gefitinib, pero funcionó de forma similar en aquellos que tomaron erlotinib, lo que indicaría que ambos fármacos comparten un mismo mecanismo de acción.

Según explica David Carbone, autor principal del estudio, si posteriores estudios mantienen estos resultados será posible dividir a los pacientes en dos grupos, uno que se beneficiará más de la quimioterapia y otro de fármacos como el gefitinib y el erlotinib, y tratarlos de forma acorde. Carbone indica que la supervivencia global de ambos grupos será mejor gracias a esta prueba basada en los marcadores biológicos.