Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un grupo de científicos clonó unos anticuerpos encontrados en la sangre de las víctimas sobrevivientes a la gripe aviar y que son capaces de neutralizar el virus de la cepa H5N1, causante de esa enfermedad, mortal para el 60% de los infectados.
"Lo más sorprendente de esta solución es que estaba ante nosotros, en la sangre de las propias víctimas, y que precisamente una técnica similar, aunque más rudimentaria, ya se utilizó para combatir la epidemia de la gripe española", explicó un portavoz del Instituto Suizo de Investigación Biomédica de Bellinzona, donde se ha llevado a cabo el experimento.
Aquella epidemia, por la que un virus próximo al H5N1 de la gripe aviar causó la muerte entre 20 y 50 millones de personas en 1918, se combatió, igual que otras enfermedades como la hepatitis o la rabia, con los anticuerpos encontrados en los sobrevivientes. En este caso, los responsables del descubrimiento, un equipo dirigido por Antonio Lanzavecchia, observaron que, entre los pacientes que sobrevivieron, el virus no había salido de su sistema respiratorio, al contrario de los fallecidos. Eso quiere decir que la capacidad de eliminar a la cepa H5N1 de la gripe aviar depende de su habilidad para propagarse a otros órganos del cuerpo, pero, según ha descubierto el equipo de Lanzavecchia, ciertas personas tienen unos anticuerpos que evitan esa expansión.
Los responsables del estudio detectaron esos anticuerpos en la sangre de cuatro vietnamitas que sobrevivieron al virus tras haberse contagiado entre enero de 2004 y febrero de 2005.
Hasta el momento, los anticuerpos clonados han sido capaces de prevenir la infección de la cepa H5N1 de la gripe aviar tanto in vitro, como en ratones sanos. Mientras que todos los ratones que se expusieron a una carga viral mortal del H5N1 murieron en unos días, de los 60 roedores a los que los científicos administraron los anticuerpos, 58 sobrevivieron, según los datos facilitados por el instituto helvético. Además, los experimentos han demostrado que los anticuerpos son capaces de reducir la mortalidad entre los roedores ya infectados, lo que ofrece grandes esperanzas a la comunidad científica.
Así, los ratones que fueron tratados con anticuerpos tenían una carga viral en los pulmones de 10 a 100 veces menor que el resto y el virus no se había propagado prácticamente a otros órganos del cuerpo.
"Una gran ventaja que supondría esta solución es que no nos limita a las muestras que tengamos o a la calidad de las mismas, sino que nos permite tomar como muestra los anticuerpos más eficaces y copiarlos para que sean idénticos genéticamente", explicó el portavoz. Además, se podría administrar hasta 72 horas después del contagio, lo que tendría una gran importancia en este caso, ya que los pacientes no notan síntomas suficientes como para acudir a un centro de salud hasta varios días después de haberse infectado, destacan los responsables del estudio.
"Hasta donde sabemos, se necesitan además dosis muy reducidas, lo que también es una buena noticia", apuntó el portavoz, quien explicó que los resultados, publicados en el último número de la revista norteamericana PloS Medicine, serán presentados ante los expertos que se reunirán esta semana en París.
El problema es que la inmunización que ofrecen estos anticuerpos se limita a unos cuantos meses, según el portavoz, quien aún así explicó que sería muy útil para proteger al personal médico y a las personas que se vean más expuestas.
Según los datos confirmados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde finales de los años 90, el virus ha infectado a 307 personas, de ellas 186 han muerto: 77 en Indonesia, 42 Vietnam, 17 Tailandia, 15 China, 14 Egipto, 7 Camboya, 5 Azerbaiyán, 4 Turquía, 2 Irak, 2 Laos y 1 Nigeria.
La organización de la ONU cree que la cepa H5N1 de la gripe aviar es el virus con mayor potencial para generar una pandemia, que cíclicamente tiene lugar entre los seres humanos, por lo que ha activado un plan de prevención y ha establecido un nivel de alerta.