Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El tratamiento con letrozol, comercializado por Novartis como Femara, se ha mostrado más eficaz que el tamoxifeno a la hora de reducir el riesgo de cáncer de mama hormonosensible en estadios iniciales en pacientes posmenopáusicas, tras 51 meses de tratamiento, según se desprende de los resultados preliminares del estudio BIG 1-98 presentados por el autor del mismo, el Prof. Alan Coates, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Sydney (Australia).

Así, este inhibidor de la aromatasa, que se administra vía oral una vez al día, muestra una reducción del riesgo de recurrencia del cáncer de mama de un 18% más que tamoxifeno, al tiempo que reduce en un 19% más el riesgo de metástasis.

En el ensayo clínico participaron más de 8.000 pacientes de 30 países, incluido España, y su eficacia se demostró tanto en pacientes que comenzaron directamente su tratamiento con letrozol como en aquellos que tras dos años con tamoxifeno cambiaron a este nuevo tratamiento.

Según explicó el Prof. Coates, en ambos casos se han obtenido unos resultados positivos, aunque habrá que esperar hasta finales de año, con los próximos resultados del estudio BIG 1-98, para conocer las razones teóricas que demuestran en qué caso es más eficaz. Del mismo modo, también se observó que tras el segundo año de tratamiento con tamoxifeno se dan más casos de recidiva que en pacientes tratados con letrozol, si bien "se desconoce el porqué de estos efectos", aseguró.

En cuanto a su efecto en mujeres con afectación ganglionar, letrozol también redujo significativamente el riesgo de recurrencia un 23% más en comparación con tamoxifeno. En mujeres que recibieron quimioterapia, la reducción fue de un 26% más en comparación con el otro tratamiento.

Por otro lado, entre los efectos secundarios que provoca esta terapia, se observa como la reducción de estrógenos que letrozol provoca hace que se debilite la densidad osea con mayor riesgo de sufrir osteoporosis o fracturas oseas. De hecho, los resultados progresivos del estudio han demostrado un alto índice de fracturas, por lo que resulta necesario complementar a estos pacientes con calcio y vitamina D, además de mediciones de la capacidad osea al principio y durante el tratamiento.