Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las más prometedoras de las numerosas vacunas experimentales contra el sida en desarrollo ofrecerán sólo una inmunidad limitada contra el mortífero virus, indicaron el miércoles científicos gubernamentales de Estados Unidos.
A diferencia de las clásicas, la primera generación de vacunas contra el VIH (virus causante del sida) no permitirá a las personas rechazar el virus, pero podrían proteger su sistema inmunológico de los peores efectos del virus y postergar la aparición del sida. Debido a que los pacientes están en su momento más infeccioso cuando los niveles del virus son altos, estas vacunas también podrían reducir la extensión de la enfermedad sexualmente transmisible, convirtiéndose en una herramienta útil para las autoridades sanitarias para contener la epidemia global de VIH sida.
"Hay optimismo de que incluso una vacuna que no sea perfecta podría beneficiar tanto a los receptores individuales como la comunidad en riesgo", indicaron los autores en un comentario divulgado por el New England Journal of Medicine (NEJM).
Todavía no se sabe cuándo estarán disponibles las primeras vacunas. Sin embargo, la etapa I y II de los ensayos clínicos ya está en ejecución.
"Numerosas personas se están vacunando", indicó Anthony Faucci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) y uno de los autores del estudio.
Investigadores de todo el mundo han buscado una vacuna contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) durante dos décadas, pero los esfuerzos han sido frustrados por la habilidad del virus de mutar.
Los científicos centran últimamente su atención en las denominadas vacunas de las llamadas células T, que básicamente son las responsables de indicarles a otras células del sistema inmunológico que deben combatir una infección del cuerpo y preservan las células críticas necesarias para controlar la infección.
En estudios con animales, los niveles del virus fueron reducidos en primates a los que se inoculó este tipo de vacuna y luego se los infectó con la contraparte animal del virus del VIH, indicó el informe.
Las inoculaciones también hicieron más lento "dramáticamente" el avance de la enfermedad en muchos animales, dijo Faucci.
La esperanza es que una vacuna humana de células T efectiva podría mejorar sustancialmente la calidad de la vida para las personas que contraen el virus tras ser inmunizadas, posponiendo el momento de desarrollar el sida y en el cual se ven obligadas a iniciar un tratamiento con un coctel de drogas.
Además, al contener la aparición inicial del virus y controlar mejor sus niveles, un programa de inmunización podría potencialmente reducir la propagación de la epidemia.
Estudios de cruzamiento informático de datos han sugerido que incluso una vacuna que no brinde una protección adecuada contra la infección podría alterar el curso de la epidemia, según el estudio, pero son necesarios más análisis para poner a prueba esa hipótesis, indicaron los autores.
Unos 40 millones de personas son VIH positivas y otras 11 000 personas contraen el virus cada día, la mayoría en las naciones más pobres del mundo, según el NIAID.
El comentario fue publicado en coincidencia con el décimo aniversario, el viernes, del Día de la Conciencia sobre la Vacuna del VIH.