Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El genoma del mosquito que transmite dos graves enfermedades infecciosas, como son el dengue y la fiebre amarilla, ha dejado de ser un misterio. Un equipo internacional de científicos, en el que han participado investigadores españoles, han secuenciado el ADN del Aedes aegypti, un insecto-vector de virus que causan cada año decenas de miles de muertes, sobre todo en Asia, Latinoamérica y Africa.

El trabajo, que publica la revista 'Science', puede ayudar a controlar la expansión de estas enfermedades y, además, permite comparar este genoma con el del Anopheles gambiae, el mosquito transmisor de la malaria, secuenciado en 2002.

De este análisis, Vihvanath Nene, del Instituto de Investigaciones Genómicas de Rockville (EEUU), y sus colegas han deducido que ambos insectos tienen un ADN muy similar. No obstante, difieren en su tamaño global y en el hecho de que el 50% del genoma del A. aegypti es de elementos transposables o genes saltarines (pequeñas secuencias que se mueven dentro del genoma) y también en la longitud de las secuencias que no codifican proteínas. Otras diferencias se refieren a las familias de genes.

Pero lo importante, según destacan los investigadores, es comprobar cómo estas diferencias reflejan sus propiedades biológicas, es decir, sus preferencias al elegir la sangre con la que se alimentan y en la búsqueda de un anfitrión o sus habilidades individuales para transmitir patógenos.

Comparación de genes
Con este mismo objetivo, en el mismo artículo también comparan el genoma del Aedes aegpyti con el de la Drosophila melanogaster, más conocida como la mosca de la fruta. "Cada análisis mejorará nuestra comprensión de la biología de los mosquitos y su complejo rol como transmisores de virus. De ello resultará el desarrollo de nuevas aproximaciones para el control de las enfermedades", aseguran en las conclusiones de su trabajo.

En el caso de la fiebre amarilla, después del desarrollo de una vacuna eficaz (que inmuniza 10 años) el número de víctimas ha disminuido, pero aún hay unos 200.000 casos al año en Sudamérica y Africa y unas 30.000 muertes anuales.

Respecto al dengue, se estima que en todo el planeta hay 2.500 millones de personas viviendo en zonas de riesgo de contagio y que cada año se producen medio millón de casos de fiebres hemorrágicas por este virus. En este caso no existe vacuna, sino medidas de prevención como las recomendadas contra la malaria.

Los científicos españoles que han participado en este trabajo son Horacio Naveira, de la Universidad de La Coruña; Javier Costas, de la Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica; y José Manual Tubío, el Hospital Universitario de Santiago. "Si podemos identificar los genes implicados en la transmisión del patógeno que causa la enfermedad, podemos intentar potenciar en las poblaciones aquellos mosquitos con unas variantes genéticas determinadas".