Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos de Hong Kong inventaron un dispositivo que ayudará por primera vez a los diabéticos a medir su nivel de azúcar en sangre sin padecer el dolor del pinchazo en el dedo.
Del tamaño de un teléfono celular, el instrumento emite una forma más débil de rayo infrarrojo, o casi infrarrojo, que penetra la piel del dedo y llega al torrente sanguíneo. De los muchos componentes que tiene la sangre, el haz de luz es capaz de identificar la glucosa a través de la frecuencia o longitud de onda, luego transmite la información y el instrumento comunica la cantidad de azúcar en sangre en 10 segundos.
“Hay diferentes tipos de células en la sangre (...) glóbulos rojos, blancos, otros componentes, proteínas, glucosa, colesterol, pero nuestro modelo selecciona la glucosa y te dice los niveles”, dijo Joanne Chung, profesora y directora adjunta de investigación de la Escuela de Enfermería de la Universidad Politécnica de Hong Kong.
“Cuando llegas en avión a Hong Kong, hay detectores de calor (fiebre) al pasar por la aduana, es el mismo principio”, agregó en una entrevista.
Un equipo de 28 expertos -enfermeras, médicos, ingenieros, expertos en computación y un matemático australiano- trabajaron durante cuatro años para fabricar un dispositivo que, tras cinco experimentos clínicos, es fiable en un 85%.
El dispositivo ganó una medalla de oro en la Exposición de Inventos de Ginebra en abril y se comercializará en tiempo máximo de un año.
“Estamos haciendo las últimas pruebas en niveles muy bajos de azúcar, estamos buscando las personas”, dijo el líder del equipo, Thomas Wong, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Salud de la universidad.
La diabetes mellitus es una enfermedad que se produce cuando el páncreas produce poca o ninguna insulina. Las personas, incapaces de almacenar azúcar, pierden una fuente clave de energía y quedan en riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, renales, daños nerviosos, ceguera y otras dolencias oculares.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 180 millones de personas en todo el mundo sufre diabetes mellitus y esta cifra crecerá más del doble para el 2030. En el 2005 murieron 1,1 millones de personas a causa de la enfermedad.
Durante décadas, los diabéticos tuvieron que controlar su nivel de azúcar en sangre con instrumentos convencionales que requieren pinchazos en los dedos para extraer sangre hasta varias veces al día.
“Desde la perspectiva médica, todos tienen el derecho a no sufrir dolor, aunque se trate de un pequeño pinchazo en el dedo”, dijo Chung. Wong coincidió con ella: “Creemos que algún día no tendremos que abrir nuestros cuerpos para saber qué está pasando dentro, eso es lo que está pasando ahora, estamos moviéndonos en esa dirección”.
El equipo espera usar más adelante la misma tecnología en otras mediciones clave, como el colesterol y el ácido láctico en sangre, particularmente en el caso de pacientes con cáncer.

Fuente: Hong Kong, mayo 7/2007 (Reuters)