Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

De acuerdo con los resultados del Malmo Preventive Project, estudio sueco llevado a cabo con más de 7.000 pacientes con un seguimiento medio de 22 años, la presentación de variantes comunes de tres genes han demostrado predecir el desarrollo de la diabetes tipo 2. En palabras de la Dra. Valeriya Lyssenko, de la Lund University de Malmo (Suecia) e investigadora principal del estudio, “cada uno de los tres genes actúa como un predictor independiente de la diabetes, lo que implica que cada uno actúe a través de un mecanismo diferente para incrementar el riesgo y que, por ende, aquellos que presenten dos o más de estos genes presenten un riesgo añadido”.

Como recordó la Dra. Lyssenko en el marco de la 66 Reunión Científica Anual de la Asociación Americana para la Diabetes (ADA) que se está celebrando en la ciudad de Washington (Estados Unidos), “la creencia es que la diabetes tipo 2 es un desorden que requiere para su desarrollo que múltiples variantes genéticas interaccionen con factores ambientales. Variantes comunes de numerosos genes se han asociado con la enfermedad en diversos estudios. Ahora, nosotros hemos identificado tres”.

La cuestión sobre cuándo la información de una variante genética puede ser utilizada para identificar a aquellos pacientes en riesgo de desarrollar diabetes ha sido ya analizada en estudios previos. Sin embargo, y dado tanto el tamaño de la muestra como la duración de los trabajos, el número de pacientes que desarrolló diabetes durante los cortos períodos de seguimiento fue muy escaso. Por el contrario, el Malmoe Preventive Project ofrece suficiente credibilidad al haber seguido durante una media de 22 años a más 33.346 individuos.

Los genes identificados que incrementan el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 son: los alelos T del gen TCF7L2 rs12255372 y rs7093146 –es decir, dos polimorfismos diferentes del mismo gen–; el alelo K del KCNJ11; y el genotipo PP del PPARG. Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que, como puntualizó la Dra. Lyssenko, “mientras teóricamente uno puede ser analizado par descubrir si presenta estos genes que incrementan el riesgo, el tenerlos no implica con total certeza que el individuo vaya a desarrollar la enfermedad. No en vano, hay otros genes aún no identificados que juegan un papel fundamental y, a día de hoy, desconocido”.