Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Como mismo crece en la actualidad mundial el acceso a las terapias contra el sida, la prevención, está lejos de avanzar, por el contrarío retrocede, denunció aquí el coordinador de ONUSIDA para el Cono Sur, Pedro Chequer.
“Sobre una población mundial de seis mil 500 millones, la masculina con actividad sexual es, como mínimo absoluto, de 812,5 millones de hombres, y al suponerse que tuviera sólo una relación por semana, harían falta 42 mil millones de preservativos por año”, explicó Chequer. Añadió que la producción mundial de condones no supera los 15 mil millones, es decir, “hay un déficit de 27 mil millones, que se eleva a 81 mil millones, si permitimos a estos hombres tener tres relaciones sexuales por semana”.
Durante la jornada de clausura del IV Foro Latinoamericano y del Caribe en VIH-sida, que se celebró la pasada semana en Buenos Aires, el experto brasileño comentó que, ante este escenario, en su país, entrará en actividad una fábrica estatal de preservativos. “En cuestiones de salud y educación, el protagonismo del estado es insustituible”, puntualizó.
Teniendo en cuenta el conjunto de los países en desarrollo, sólo el 9% de la población tiene acceso al preservativo y apenas el 0,6% de los adultos puede realizarse la prueba gratuita de VIH, reveló el funcionario, al citar estadísticas de ONUSIDA.
Estimó que la prevención, en lugar de avanzar, viene retrocediendo y descartó la abstinencia como enfoque prioritario para prevenir el VIH-sida.
Lamentablemente, dijo, “la experiencia ya ha mostrado que una prevención basada en la abstinencia no es factible, sólo sirve para generar una perspectiva ilusoria y, cuando fracasa, las personas tienen relaciones sin haber incorporado la cultura del preservativo”.
Criticó la política del gobierno de Estados Unidos de brindar antirretrovirales y pruebas, pero obliga a países que reciban esos fondos a que, en prevención, dediquen el 50% a promover la abstinencia, si no, no hay plata. Para Chequer, de esta manera “el preservativo queda como algo secundario, dirigido más bien a las trabajadoras sexuales y a los pecadores en general; de las personas dignas, de buena familia, se espera la abstinencia y la fidelidad”. Esto conlleva, agregó, “a una ideología discriminatoria y promueve un verdadero genocidio”.
Al evento asistieron representantes de gobiernos, agencias internacionales de cooperación, organismos multilaterales de desarrollo, instituciones académicas, representantes de la sociedad civil y personas afectadas por la enfermedad.
El eje del encuentro fue el acceso universal a los medicamentos de todos los enfermos de sida en la región.
En el foro hubo un rico intercambio de experiencias sobre cómo hacer frente a las casi 40 millones de personas que en el mundo están infectadas con el VIH.

Fuente: Buenos Aires, abril 21/2007 (PL)