Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un trabajo publicado en el "European Heart Journal" por científicos de la Universidad de Texas-Houston (Estados Unidos) muestra que las epidemias de gripe están asociadas al incremento de la incidencia de enfermedad y la mortalidad cardíacas y que, en consecuencia, la gripe parece ser un desencadenante de infartos de miocardio.

Por ello consideran que los individuos con riesgo cardíaco deberían vacunarse cada año contra la gripe. "Entre el 10 y el 20% de la población contrae cada año la gripe y estimamos que podrían prevenirse 90.000 muertes coronarias cada año en Estados Unidos si cada paciente con riesgo cardíaco se vacunara", señalan.

La investigación se llevó a cabo con médicos de San Petersburgo (Rusia), y analizó datos de defunción entre 1993 y 2000 de personas fallecidas por enfermedad coronaria –confirmada mediante autopsia, en la ciudad rusa. "Se trata de una población en la que una ínfima minoría se vacuna o recibe tratamiento con estatinas, lo que nos permite observar qué sucede naturalmente en ausencia de estos medicamentos", explican los autores.

Encontraron que 11.892 personas habían fallecido a causa de un infarto de miocardio (47,8% varones y 52,2% mujeres), y que 23.000 habían muerto por cardiopatía isquémica crónica (40,1% varones y 59,9% mujeres). Los picos en las muertes tanto por infarto como por cardiopatía isquémica crónica coincidieron con los períodos de mayor incidencia de la gripe y de enfermedad respiratoria aguda, que a menudo acompaña a la gripe.

Los investigadores creen que la gripe causa una inflamación aguda grave en el organismo que, en algunos pacientes, puede desestabilizar la placa aterosclerótica en las arterias coronarias y provocar los infartos.

European Heart Journal 2007;doi:10.1093/eurheartj/ehm035