Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Aunque estudios previos probaron una relación entre la menopausia y la hipertensión arterial, una nueva investigación sugiere la existencia de una asociación entre los sofocos y la presión alta independiente de la menopausia.
En el nuevo informe, publicado en la revista Menopause, dispositivos ambulatorios de medición de la presión arterial registraron durante 24 horas la presión diurna y nocturna de 154 mujeres de 18 a 65 años, sin enfermedad cardiovascular previa y presión normal o levemente elevada.
Un tercio de las mujeres dijo haber sentido sofocos las dos semanas anteriores, escribió el equipo dirigido por la doctora Linda Gerber, del Colegio Médico Weill en la Universidad Cornell.
Los valores promedio de la presión sistólica (el valor más alto) diurnos y nocturnos fueron significativamente más altos en aquellas mujeres que habían tenido los sofocos.
En ellas, la presión sistólica diurna y nocturna promedio fue 141 y 129 mm Hg, respectivamente, contra 132 y 119 mm Hg en las mujeres sin sofocos.
Según declaró Gerber, los sofocos no perdieron su valor de predicción de la hipertensión arterial tras considerar la etnia, el índice de masa corporal y "ajustar el estado de premenopausia, menopausia o posmenopausia".
Para los investigadores, se necesitan más estudios para determinar si los sofocos causan hipertensión arterial o si están relacionados con uno o más factores en común, como alteraciones en el sistema nervioso simpático.
Si existe una relación causal, nuevos estudios para comprender mejor esa relación ayudarían a identificar el tratamiento capaz de reducir el efecto de los sofocos sobre la presión arterial.

Fuente: Washington, abril 7/2007 (Reuters Health)