Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El 80% de la enfermedad cardiovascular en varones de mediana edad puede ser atribuida principalmente a tres factores de riesgo: colesterol, tabaco e hipertensión. Sin embargo, mientras los programas de salud pública ya están dedicando esfuerzos significativos a educar a la población sobre los beneficios de dejar de fumar o evitar el sobrepeso, continúa existiendo un vacío en las políticas sanitarias estatales y autonómicas en lo que se refiere a los niveles altos de colesterol.

Los expertos sanitarios (médicos, economistas, pacientes y técnicos sanitarios de las principales comunidades autónomas) reconocen que el colesterol es un factor de riesgo tan importante como el tabaco, la obesidad o la diabetes, razón por la que demandan la necesidad de corregir su abordaje insuficiente actual, como paso para evitar la carga económica que esta enfermedad puede acarrear al sistema sanitario de aquí al 2020.

stas son algunas de las principales conclusiones que se extraen del foro de expertos sanitarios, reunidos por la Fundación Española de Hipercolesterolemia Familiar (FHF) hace unos días en Valencia para analizar la situación actual del tratamiento del colesterol.

Reducir los niveles de colesterol puede suponer un descenso del 35% del riesgo cardiovascular. Por eso, según establece el Dr. Pedro Mata, responsable de la Unidad de Lípidos de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid y presidente de la FHF, “el control del colesterol continúa siendo una asignatura pendiente en los planes de de la mayoría de las comunidades autónomas de nuestro país, con el consiguiente aumento de los costes y de la carga de la enfermedad”.

Una de las claves para optimizar la eficacia de los recursos invertidos pasa por identificar a los pacientes de riesgo: pacientes coronarios, diabéticos o con hipercolesterolemia familiar y dedicarle una especial atención en los programas públicos de salud.