Científicos del Instituto de Investigación Samuel Lunenfeld descubrieron que existe relación entre cambios en los azúcares complejos adheridos a células humanas y enfermedades como el cáncer, lo que abre la puerta para nuevos fármacos. Los investigadores, miembros del Instituto que opera en el Hospital Mount Sinai de Nueva York, detectaron que cambios en los azúcares complejos adheridos a células humanas, con frecuencia están asociados a enfermedades como el cáncer. Los azúcares complejos se adhieren a la mayoría de las proteínas importantes que cubren el exterior de las células humanas, y sus cambios además del cáncer se asociaron también a la diabetes mellitus y afecciones autoinmunes como la esclerosis múltiple. James Dennis, director del Instituto, explicó que cada célula del cuerpo humano está controlada por redes de señalización que responden a estímulos externos, los que son recibidos por receptores proteínicos en la superficie celular. Tales proteínas actúan como intérpretes para las células y reciben mensajes del exterior y luego las instruyen para que se dividan o se muevan, precisó un reporte del sitio electrónico ScienceDaily. La mayoría de las proteínas importantes que cubren el exterior de las células humanas tienen adheridos azúcares complejos, y se encontró que cambios en ellos se asocian a esos padecimientos. “Nuestra investigación muestra que la composición de azúcares de estas proteínas receptoras controla el tiempo en que la proteína estuvo disponible para interactuar con los mensajes externos”, dijo el científico. Ese tiempo cambia la posibilidad que un receptor pueda ser activado, agregó, lo que explica cómo pueden adaptarse las células en su ambiente de nutrientes, pero cuando esa adaptación se desequilibra, las células cancerosas pueden crecer. El grupo de Dennis sigue investigando los efectos de cambiar los azúcares asociados con las proteínas clave que actúan como receptores para hormonas y factores de crecimiento. Esos son los mismos tipos de proteínas a las que están dirigidas una nueva generación de fármacos contra el cáncer como Herceptin (trastuzumab). “Estos hallazgos pueden llevar a una nueva clase de tratamientos con fármacos, así como estrategias para aumentar la efectividad de las drogas anti-receptoras existentes”, dijo el doctor Jim Woodgett, director de investigación en el Instituto de Investigación Samuel. |