Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Personas aterrorizadas por un dolor incapacitante en el pecho quieren que sus médicos hagan algo rápidamente para aliviarlas y reducir las posibilidades de sufrir un ataque cardíaco o incluso morir.
Durante años, los médicos han efectuado angioplastias, es decir la apertura de arterias mediante sondas, por esas mismas razones.
Ahora, los sorprendentes resultados de un amplio estudio demuestran que estos procedimientos estaban equivocados.
Los investigadores descubrieron que las angioplastias no salvaban vidas ni prevenían ataques al corazón en los pacientes que no estaban bajo una emergencia cardíaca.
Incluso hubo una sorpresa mayor: las angioplastias sólo brindaban alivio ligero y temporal al dolor precordial, la principal razón por la cual se llevan a cabo.
“Durante cinco años, no hubo realmente una diferencia importante en los síntomas”, señaló el doctor William Bowden, del Hospital General de Buffalo, Nueva York, quien añadió que “pocos esperaban estos resultados”.
El doctor Bowden encabezó el estudio y presentó las conclusiones el lunes en un encuentro del Colegio Estadounidense de Cardiología.
Asimismo, el trabajo será publicado en la página de Internet de la New England Journal of Medicine y en la edición de la revista, programada para el 12 de abril.
La angioplastia sigue siendo el tratamiento principal para las personas que sufren de un ataque cardíaco o que son hospitalizadas con un agravamiento de los síntomas.
Sin embargo, la mayoría de las angioplastias se llevan a cabo en una situación en la que no hay una emergencia de por medio para aliviar el dolor precordial provocado por las arterias congestionadas que obstruyen el flujo de la sangre al interior del corazón.
Esos pacientes deben ahora intentar los medicamentos en primera instancia, según el consejo de los expertos. Si este método no da resultado, entonces pueden considerar una angioplastia o una operación de bypass cardíaco, que a diferencia de la angioplastia, sí puede salvar vidas, evitar ataques al corazón y ofrecer alivio perdurable a los dolores precordiales.
De acuerdo con el estudio, apenas una tercera parte de las personas atendidas con medicamentos a fin de cuentas requirieron de una angioplastia o una cirugía de bypass.
En Internet; NEJM: http://content.nejm.org/