Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos de España, Alemania y Austria unieron sus esfuerzos para conseguir en el plazo de tres años una nueva vacuna contra el Alzheimer, dentro de un proyecto de investigación denominado MimoVax, financiado por la Unión Europea (UE).
El doctor Antón lvarez, coordinador del equipo médico del Centro de Investigación Biomédica EuroEspes, ubicado en la localidad gallega de Santa Marta de Babío, que llevará a cabo la investigación con el apoyo de seis instituciones alemanas y austriacas, dijo a EFE que confía “un 90% en el éxito del tratamiento”.
El experto en Neurofarmacología apoyó su creencia en la aplicación de un nuevo método para combatir la acumulación de la proteína betamiloide en el cerebro, causante de la enfermedad.
Explicó que la vacuna se basa en el uso de péptidos, fragmentos de esta proteína sintéticos, para que el sistema inmunológico cree anticuerpos que eliminen las formas modificadas de betamiloide.
En el proceso de la enfermedad, subrayó el doctor, la acción de una enzima provoca que la citada proteína se vuelva tóxica, que los restos empiecen a acumularse fuera de las células y que las neuronas se mueran, lo que produce un deterioro cognitivo y trastornos de conducta, entre ellos, la pérdida progresiva de la memoria.
El nuevo tratamiento, cuya administración se aplicaría mediante inyecciones, imita la parte tóxica de la proteína para que el organismo genere anticuerpos o defensas.
lvarez recordó que el fracaso de otra vacuna, con la que se experimentó en el año 2000, se debió a la utilización de una proteína natural que fue causa, en algunos casos, de meningoencefalopatía o edema cerebral.
Dijo que la nueva vacuna está planteada como tratamiento que evite que la enfermedad adquiera mayor relieve o, incluso, que se paralice su progresión, ya que, de momento, no es posible la curación porque las neuronas perdidas no pueden recuperarse. El experto no descartó que pueda tener una utilidad preventiva, tras el descubrimiento de técnicas como la tomografía por emisión de positrones (TEP) que permite visualizar incluso con 20 o 30 años de antelación la acumulación de amiloide, junto con los adelantos genéticos que detecten la propensión a padecer la dolencia.
El consorcio que lleva a cabo la investigación se reunirá cada seis meses para poner en común los logros conseguidos; el último de ellos se celebró recientemente en la ciudad austriaca de Salzburgo.
El proceso, que durará tres años, no sólo incluye la fase preclínica de la vacuna y la práctica en animales, sino también su experimento en humanos.
Unos 25 millones de personas en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), padecen este mal.
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, cuya causa se desconoce, que produce una demencia progresiva en la edad adulta y conduce a una incapacidad absoluta, y a la muerte, en un plazo generalmente inferior a 20 años.