Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los adultos que viven con niños pequeños comen mucha más grasa que aquellos sin menores en casa, según demuestra un nuevo estudio.

Los adultos que viven con niños comieron casi 5 gramos más de grasa y 1,7 gramos más de grasa saturada diarios, según el equipo dirigido por la Dra. Helena Laroche, de la University of Iowa. Los adultos que conviven con chicos menores de 17 años comen también más "snacks" salados, queso, carne, helados, bollería, galletas, pizza y productos cárnicos elaborados. Las apretadas agendas y la falta de tiempo forzaría a los padres a elegir alimentos más cómodos y ricos en grasas, sugieren los autores del estudio en “Journal of the American Board of Family Medicine”.

Las personas adultas con hijos serían más propensas a tener esos alimentos en casa porque están convencidos de que a sus hijos les gustan.

El equipo analizó los datos de la National Health and Nutrition Examination Survey III (NHANES III), una muestra nacional representativa que incluye a 6.660 hombres y mujeres de 17 a 65 años. En los hogares con hijos menores de 17 años no se consumían más calorías, sino más grasas, hallaron los investigadores. "Estos resultados sugieren que la publicidad de alimentos dirigida a los chicos influiría no sólo en la alimentación infantil sino también directamente en la dieta de los padres", indica el artículo.

Los autores sugieren cambiar la alimentación de los hijos a leche desnatada a partir de los 2 años de edad, tal como recomiendan la American Academy of Pediatrics y la American Heart Association.

Journal of the American Board of Family Medicine 2007;20:9-15.