Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
El ejercicio mejora el poder de la mente al generar nuevas neuronas en una región cerebral relacionada con la memoria y la pérdida de ella, indicaron investigadores estadounidenses. Pruebas en ratones mostraron que los roedores generaron nuevas neuronas en la zona cerebral denominada circunvolución dentada. El equipo halló los mismos patrones, lo que sugiere que las personas también generaban nuevas neuronas cuando hacen actividad física. “Ninguna investigación previa examinó sistemáticamente las diferentes regiones del hipocampo e identificó qué zona se ve más afectada por el ejercicio”, dijo en un comunicado el doctor Scott Small, neurólogo del Centro Médico de la Universidad de Columbia en Nueva York, quien dirigió el estudio. En un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), los investigadores dijeron que primero evaluaron a los ratones. El experto en Neurología, Fred Gage, del Instituto Salk en La Jolla, California, había demostrado que el ejercicio puede provocar el desarrollo de nuevas neuronas en el equivalente de la circunvolución dentada de los ratones. Los equipos trabajaron juntos para hallar el modo de medir esto, empleando imágenes de resonancia magnética (IRM) para analizar el volumen de sangre en el cerebro. “Una vez que estos hallazgos se establecieron en los ratones, estuvimos interesados en determinar cómo el ejercicio afecta los mapas de volumen de sangre cerebral en el hipocampo de los humanos”, escribieron los especialistas. Los investigadores por supuesto no pudieron abrir el cerebro de los humanos para ver si habían crecido neuronas, pero podían usar las IRM para echar un vistazo. Para el estudio, reclutaron a 11 adultos saludables y los hicieron someterse a un régimen de ejercicio aeróbico de tres meses. Los expertos tomaron IRM del cerebro antes y después de comenzar la nueva rutina. También evaluaron el estado físico de cada voluntario midiendo el volumen de oxígeno antes y después del programa de entrenamiento. El ejercicio generó circulación sanguínea hacia la circunvolución dentada de las personas, y cuanto mejor estado físico tenía un paciente, más flujo de sangre detectaba la IRM, revelaron los investigadores. “Las llamativas similitudes entre los cambios de volumen de sangre en el cerebro inducidos por el ejercicio en la formación del hipocampo de los ratones y los humanos sugiere que el efecto es mediado por mecanismos semejantes”, escribieron los equipos. “Nuestro próximo paso es identificar el régimen de ejercicio que es más beneficioso para mejorar la cognición y reducir la pérdida de memoria normal, para que los médicos puedan prescribir tipos de actividad específica para mejorar la memoria”, concluyó Small. |