Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un estudio del Hospital Universitario de Copenhague en Dinamarca que analiza investigaciones anteriores indica que el consumo de suplementos de antioxidantes como el beta caroteno, la vitamina A y la vitamina E podría aumentar el riesgo de mortalidad. Las conclusiones de la investigación se publican en la revista Journal of the American Medical Association(JAMA).

Los investigadores realizaron un análisis de estudios previos para examinar los efectos de los suplementos de antioxidantes en todos los tipos de mortalidad en adultos que participaban en ensayos de prevención. Utilizaron bases de datos electrónicas y bibliografías e identificaron e incluyeron 68 ensayos en los que participaban un total de 232.606 personas. Estos ensayos fueron clasificados según el riesgo de sesgo basado en la calidad de los métodos utilizados durante el estudio y estratificados como estudios de alta y baja calidad.

En un análisis en el que se tuvo en cuenta todos los estudios no se encontró una asociación entre el consumo de antioxidantes y la mortalidad. Al realizar un análisis de los 47 estudios de alta calidad en los que participaban un total de 180.938 personas, los antioxidantes se asociaron con un cinco por ciento de aumento del riesgo de la mortalidad. En estas investigaciones, el uso de beta caroteno y de las vitaminas A y E estaba asociada con un 7, 16 y 4 por ciento respectivamente en el aumento del riesgo de mortalidad, mientras que no se observó ningún incremento en el riesgo en el caso de la vitamina C y el selenio.

Según los autores del trabajo, estos descubrimientos contradicen los de los estudios observacionales que reivindican los beneficios para la salud de los antioxidantes y señalan la repercusión de estos resultados ya que entre el 10 y el 20 por ciento de la población estadounidense y europea podrían estar consumiendo estos suplementos.

Los investigadores señalan que existen varias explicaciones de este efecto perjudicial de los antioxidantes sobre la mortalidad, entre ellas que al eliminar los radicales libres del organismo se interfiere con mecanismos esenciales de defensa. Además, los investigadores señalan que estos suplementos son sintéticos y no están sujetos a los mismos estudios de toxicidad que otros agentes farmacológicos. Por todo ello, los autores señalan la necesidad de un mejor entendimiento de los mecanismos de acción de los antioxidantes en relación a las posibles enfermedades.