El Consejo Europeo de la Investigación (CEI o ERC en inglés), la primera agencia paneuropea formada por una veintena de prestigiosos cientÃficos, cuya misión es captar "cerebros" para investigar en el Viejo Continente, se constituyó oficialmente en BerlÃn. Con un presupuesto de 7 500 millones de euros para los próximos siete años, esta institución europea nace con una vocación de independencia, "sometida tan sólo a los criterios de excelencia de los investigadores", explicó entusiasta la canciller alemana, Angela Merkel, en el discurso de presentación. Esta fÃsica de formación no pudo ocultar el orgullo de ser ella, en calidad de presidenta de turno de la Unión Europea (UE), la encargada de lanzar este proyecto, "que sentará un hito en la historia de la investigación europea". La canciller animó a los 22 miembros del European Research Council (ERC) -entre ellos los españoles Oscar MarÃn Parra y Manuel Castells-, asà como al Comisario europeo de Ciencia e Investigación, Janez Potocnik, promotor de este organismo cientÃfico, a "incrementar el atractivo de Europa como sede para investigadores". De "fábrica de ideas" calificó el eurocomisario Potocnik esta "agencia de investigación" que echó a andar hace más de un año, y que hoy vivió su bautismo de fuego en BerlÃn. Hasta el 24 de abril tendrá de plazo la primera "hornada" de jóvenes investigadores de todo el mundo para presentar sus proyectos al CEI que preside el cientÃfico griego Fotis C. Kafatos, prestigioso investigador del paludismo. Si en algo insistieron los miembros del CEI es en que se trata de una organización dirigida por experimentados cientÃficos que trabajan sólo en beneficio de la ciencia y ajenos a intereses polÃticos o nacionales. "La idea es tratar de financiar a los mejores cientÃficos e ideas a través de un proceso de competencia sin restricciones, basado sólo en criterios de excelencia cientÃfica, sin el sesgo del retorno justo", explicó a EFE Oscar Marin Parra, del Instituto de Neurociencias de Alicante, presente en BerlÃn. Añadió este joven cientÃfico madrileño que lo que para paÃses como Alemania, Suiza o Suecia no es una novedad -un proceso de selección en manos de cientÃficos- sà lo será en paÃses como España, "donde hay mucho que aprender" porque a pesar de que han crecido los fondos, "el sistema de gestión sigue anclado en los ochenta". "Los polÃticos tienen que seguir haciendo polÃtica cientÃfica, pero deben resistir la tentación de llevar a cabo la selección de los investigadores", apuntó acerca de la nueva estructura, "en la que no habrá ni cuotas externas ni intraeuropeas", y todo el peso recaerá sobre el investigador. Hasta el punto de que las ayudas, "tan grandes como sea necesario", se concederán para un plazo inicial de cinco años, con la posibilidad de que el investigador pueda cambiar también de institución transcurridos los dos primeros años. El presupuesto crecerá progresivamente con el objetivo de atraer a un millar de jóvenes investigadores (por regla general, menores de 40 años) de todo el mundo y poner coto a la fuga de cerebros hacia Estados Unidos. Oscar MarÃn es uno de tantos investigadores españoles que se ha forjado su reputación después de pasar varios años en una prestigiosa universidad o instituto estadounidense, y que con mayor razón defiende la necesidad de mayor "flexibilidad para aprovechar el dinero y el prestigio", que deberÃa comportar el sello del ERC. ¿Que cómo se medirá el éxito de esta agencia paneuropea de investigadores? Para empezar, a través de una gestión ágil y libre de burocracia. "A medio plazo me gustarÃa ver que una importante proporción de investigadores que está fuera de Europa, quiere volver", expresó MarÃn a EFE, en alusión a la fuga de cerebros que padece el Viejo Continente desde hace décadas. La Unión Europea, que cuenta con un presupuesto de 50 000 millones de euros para invertir hasta 2013, pone en manos de los cientÃficos 7,5 billones de euros que podrán distribuir con libertad en proyectos de investigación básica a cientÃficos, que no estén obligados a presentar resultados de aplicación inmediata. Fuente: BerlÃn, febrero 27/2007 (EFE) |