Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Al menos cinco millones de personas están infectadas en Egipto con el virus de la hepatitis C (VHC), según informó la agencia de noticias de la ONU, IRIN, citando las conclusiones que ha emitido el nuevo Comité Nacional para la Hepatitis de Egipto.

Este comité ha sido creado para formular un plan de acción contra esta enfermedad y urge que se tomen medidas lo antes posible para frenar aún más su extensión. "Cada año se producen 70.000 nuevos casos de VHC, de los cuales al menos 35.000 son crónicos", declaró un profesor de pediatría de la Universidad de Ain Shams en El Cairo y miembro de este comité, el doctor Manal al Sayed.

Entre el 10 y el 15 por ciento de la población egipcia es portadora de anticuerpos de este virus --que puede ser letal y causar cirrosis y cáncer--, lo que supone entre ocho y diez millones de personas, de las cuales cinco millones están infectadas activamente, según datos del Gobierno, lo que supone una de las tasas más altas del mundo en casos de hepatitis C.

No existe una vacuna disponible contra el VHC, enfermedad que únicamente puede ser tratada y curada mediante la combinación de distintos medicamentos siempre y cuando se detecte con prontitud.

Esta altísima tasa se cree que proviene de las campañas del Gobierno durante los años 80 para tratar la esquistomiasis o fiebre de caracol, especialmente entre la población rural. Esta enfermedad terminal se produce en épocas de inundaciones y que es transmitida por gusanos del género esquistosoma. La campaña, que comprendía un tratamiento a través de inyecciones, no contó con las medidas higiénicas pertinentes, lo que causó la infección masiva del VHC entre la población.

Al necesitar más de 30 años para que un paciente muestre síntomas o para que la enfermedad se haga activa, la gravedad del asunto no se ha conocido hasta hace muy poco. Desde entonces el Gobierno ha puesto en marcha distintos programas para su tratamiento.