Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un estudio llevado a cabo por un grupo de científicos españoles, entre los que figuran profesionales de la Clínica Universitaria de Navarra y del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), ha descubierto una posible nueva línea de tratamiento para pacientes con leucemia linfoblástica aguda.
Esta nueva línea, informó el martes el centro sanitario en un comunicado, podría mejorar los resultados de quimioterapia en el grupo de pacientes de peor pronóstico y aumentar significativamente su supervivencia. En la investigación, cuyas conclusiones han sido publicadas por la revista oficial de la Asociación Estadounidense de Hematología Blood, participaron el equipo dirigido por el doctor José Román Gómez del departamento de Hematología del Hospital Reina Sofía de Córdoba y del departamento de Hematología del Hospital Carlos Haya de Málaga, ambos de Andalucía (sur de España).
La leucemia linfoblástica aguda (LLA) enfermedad oncológica más frecuente en niños y este descubrimiento podría resultar beneficioso para aquellos enfermos que presentan una vía de control celular alterada, la llamada ruta Wnt, y en quienes el pronóstico de esta enfermedad tumoral reviste mayor gravedad.
La ruta Wnt es el dispositivo que una célula normal necesita activar para iniciar un proceso de crecimiento celular y, una vez efectuado ese proceso, esta vía debe desactivarse. Sin embargo, en los grupos de pacientes con leucemia linfoblástica aguda con peor pronóstico esa ruta de control celular aparece constantemente activada.
El estudio ha comprobado in Vitro que administrando un tipo de fármacos se consigue normalizar esta ruta de control celular y, por tanto, se impide el desarrollo de las células tumorales. El descubrimiento ofrece la “base racional”, según el centro sanitario, para poder utilizar en esta enfermedad una serie de fármacos como la quercetina o decitabina, que ya se emplean en otro tipo de enfermedades.
El siguiente paso en la investigación consistirá en aplicar estos estudios en ratones con el fin de constatar cuáles de estos fármacos serían realmente efectivos. Una vez comprobado este extremo, se plantearía el inicio de ensayos clínicos en pacientes.

Fuente: Pamplona, España, febrero 6/2007 (EFE)