Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La Comisión Europea ha abierto el debate para lograr incrementar en el conjunto de la Unión Europea el número de espacios públicos libres de humo y apuesta por animar a los Estados miembros a adoptar legislaciones que prohíban totalmente fumar en este tipo de recintos.

El comisario de Salud, el chipriota Markos Kiprianou, presentó la iniciativa que, bajo el título de 'Hacia una Europa sin humo de tabaco', abre la vía a una legislación comunitaria en la materia.

Con los datos del último Eurobarómetro sobre tabaquismo en la mano, que revelan que cada año mueren 85.000 europeos por enfermedades vinculadas al consumo de tabaco, y que 20.000 de ellos son fumadores pasivos, Kiprianou consideró que ha llegado el momento de llevar el debate sobre la prohibición de fumar al ámbito comunitario.

El sondeo señala, además, que el 80 por ciento de los europeos apoyaría tal medida y que incluso el 60 por ciento de los fumadores estaría a favor de restringir los lugares donde encender un cigarrillo.

La Comisión baraja cinco posibilidades que van desde dejar las cosas como están hasta elaborar una legislación comunitaria vinculante, pasando por la adopción de medidas voluntarias, el intercambio de buenas prácticas o recomendaciones de la Comisión y del Consejo. Opciones que no son excluyentes y que podrían complementarse entre sí.

Ahora, una vez lanzada la consulta reflejada en el llamado 'Libro Verde', Estados miembros, actores sociales y el resto de las instituciones comunitarias darán su opinión sobre la manera mejor de lograr reducir los niveles de tabaquismo y respetar los derechos de los no fumadores.

Kiprianou espera que la consulta finalice antes del verano para realizar una propuesta que, en todo caso, no verá la luz hasta 2008 y cuyo contenido dependerá básicamente del resultado del debate público.

En esencia, la prohibición total que tiene en mente el Ejecutivo comunitario afectaría a espacios cerrados, incluido el sector de la restauración. "Es mucho más fácil de controlar con una prohibición total porque eso permite que toda la hostelería tenga las mismas normas. Además, no ha habido ninguna quiebra a pesar de los temores. La gente sigue yendo a comer fuera", alegó el comisario.

En el caso de los lugares abiertos o semicubiertos, Kiprianou subrayó que "habría que pensarlo", si bien puso como ejemplo que no se lanza un buen mensaje si se permite fumar en estadios donde se practica deporte.

Mencionó, por otro lado, casos particulares como instituciones penitenciarias, que deberían ser objeto de excepciones dado que son "hogares forzosos". En lo que se refiere a los establecimientos hoteleros destacó que, si los sistemas de ventilación son comunes para las habitaciones de fumadores y las de no fumadores, el riesgo para éstos últimos se mantiene.

Entre los argumentos a favor de la prohibición total del tabaco, Kiprianou esgrimió no sólo la amenaza para la salud, sino los costes económicos para las empresas y los sistemas sanitarios, así como la repercusión social del tabaquismo, que afecta a las clases sociales más desfavorecidas.

Resaltó igualmente que la popularidad de las legislaciones antitabaco aumenta a medida que crece su implantación y que no sólo se protege a los no fumadores sino que se incentiva a los que quieran dejar de fumar y llegó a ponerse como ejemplo a sí mismo, un ex fumador de tres cajetillas diarias. "Si yo pude hacerlo, puede hacerlo cualquiera", subrayó.

Aunque en este momento todos los Estados miembros tienen algún tipo de reglamentación tendente a limitar la exposición al humo de los no fumadores, la situación varía notablemente dependiendo del país.

Así, Escocia, en el Reino Unido, e Irlanda, país pionero en este sentido, prohíben fumar en todos los lugares públicos cerrados y en todos los centros de trabajo, incluidos bares y restaurantes. Suecia, Italia y Malta permiten la existencia de espacios para fumadores aislados con sistemas de ventilación independientes. Francia tiene previsto adoptar medidas similares en 2009 y Estonia y Finlandia lo harán en junio de este mismo año.

España, Bélgica, Lituania, Chipre, Eslovenia y Países Bajos, tienen una prohibición con excepciones para los sectores de la hostelería, la restauración y los cafés. La mayoría de los Estados miembros no permiten fumar o imponen restricciones en los principales edificios públicos, como hospitales, colegios, organismos públicos, teatros, cines y transportes públicos