Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los laboratorios de Gran Bretaña recibieron instrucciones para reforzar la seguridad de sus reservas de más de 100 virus y bacterias letales, después que los servicios secretos MI5 advirtieron que terroristas islámicos se están entrenando para perpetrar ataques bacteriológicos y químicos.
Según escribió el jueves el periódico británico The Times, los agentes biológicos que podrían ser utilizados incluyen los de la poliomielitis, rabia, tuberculosis y la gripe aviar, como también la Escherichia coli, y raras enfermedades tropicales y de Oriente Medio.
Según el reporte, científicos y laboratorios de universidades, hospitales y compañías farmacéuticas de Gran Bretaña que trabajen con esos agentes bacteriológicos, deberán recibir una autorización de la Policía e inspectores del gobierno para poder utilizar esas bacterias y virus.
Además, las reservas de esos componentes serán regularmente auditadas, para evitar que caigan en manos de grupos extremistas islámicos.
La medida fue tomada luego que el MI5 advirtió de forma privada al Foreign Office (Cancillería) que la red Al-Qaeda está reclutando activamente a científicos capacitados en bacterias y virus letales.
Según los servicios secretos británicos, los grupos extremistas islámicos buscan estudiantes de Biología y Medicina, a quienes ofrecen financiar sus estudios a cambio de trabajar en el armado de armas bacteriológicas.
En noviembre pasado, la directora general del MI5, Eliza Manningham-Buller, comentó que cientos de jóvenes británicos vinculados con Al-Qaeda estaban planeando ataques en el país.
Según la experta, entre los planes de ataque se incluían el uso de armas químicas, biológicas, radiactivas o nucleares contra la población.
“Sabemos que las aspiraciones están ahí, sabemos que los materiales también están y que ellos tienen interés de adquirirlos”, destacó.
Después de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos, la seguridad en laboratorios británicos fue reforzada y se restringió el uso de 47 agentes bacteriológicos, luego que los servicios de inteligencia advirtieron sobre las ambiciones de grupos como Al-Qaeda.
Esta semana, el gobierno británico anunció que la lista de agentes fue incrementada a 103, e incluye 45 virus, 21 bacterias, 2 hongos, 13 toxinas y 18 patógenos animales.
Tony McNulty, ministro a cargo de la Seguridad del Home Office, declaró que las amenazas “son siempre cambiantes” y que por ende “tenemos que adaptarnos para combatirlas de forma efectiva”.
“Mientras los terroristas buscan nuevas formas para poner nuestras vidas en peligro, nosotros tememos que tomar acciones para evitarlo. Por eso hemos extendido la lista de sustancias controladas, para prevenir que grupos terroristas utilicen materiales químicos o bacteriológicos como armas de ataque”, afirmó.
La medida se tomó luego de una revisión de seguridad por parte de un comité de Whitehall conocido como el Grupo de Salisbury, que incluye al MI5, Scotland Yard, científicos de Porton Down, del Ministerio de Medio Ambiente, del Ejecutivo de Salud y Seguridad y Agencia de Protección Sanitaria.
John Wood, del Instituto Nacional para los Estándares Biológicos, dijo que desde ahora los científicos deberán demostrar razones válidas para trabajar con agentes bacteriológicos nocivos para el hombre.
Por su parte, Alistair Hay, profesor del Centro de Toxicología Medioambiental de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, se mostró a favor de las medidas, que calificó de “muy prudentes”.
“Los controles fueron aceptados por toda la comunidad científica”, sostuvo.