Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos estadounidenses descubrieron que la reactivación del gen p53, del que se sabía que podía prevenir la aparición del cáncer, también puede ayudar a acabar con algunos tipos de tumores alojados en el organismo humano.
Este hallazgo, que recoge en su último número la revista científica británica Nature, es obra de dos equipos de científicos de Estados Unidos, uno del Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge y otro del laboratorio Cold Spring Harbor de Nueva York, que estudiaron con ratones el efecto de este gen en el cáncer de linfoma, sarcoma e hígado, respectivamente.
Tras reactivar el gen p53, los dos grupos consiguieron algún tipo de efecto sobre estos tres tipos de cáncer: como mínimo los tumores de los ratones retrocedieron un 40% y, en algunos casos, desaparecieron totalmente.
El p53 es uno de los genes más estudiados en la lucha contra el cáncer, aunque, hasta el momento, se creía que su cometido era sólo el de prevenir su aparición mediante la activación de los mecanismos de reparación del ADN para evitar así que las células dañadas se dividieran.
Si este daño no podía ser reparado, el p53, que en más de la mitad de los casos de cáncer en humanos se encuentra inactivo o presenta alguna anomalía, ordena a la célula que se auto-destruya mediante una especie de suicidio llamado apoptosis o muerte celular programada.
Los científicos de Cambridge reactivaron este gen que estaba “apagado” en ratones modificados genéticamente con tumores de linfoma o con sarcomas, ambos pertenecientes al tipo de cáncer de tejidos conectores.
“Si encontramos medicamentos que puedan restablecer el funcionamiento del p53, estos pueden ser efectivos para los tratamientos del cáncer”, comenta David Kirsch, miembro del equipo de Cambridge que ha descubierto además que tal reactivación del gen no daña las células sanas.
Los investigadores de Nueva York, que estudiaron los efectos del gen en el cáncer de hígado, utilizaron una técnica llamada “interferencia del ARN” para regular el funcionamiento del p53, con la que manipularon el mecanismo por el que se interpreta el código genético para fabricar proteínas.
El resultado fue el mismo que con los sarcomas: el tumor dejó de extenderse y, al mismo tiempo, el organismo activó una respuesta inmunológica hacia las células afectadas.
Estos científicos miran ahora a las nutlinas (moléculas utilizables en terapias anticancerígenas) como la posible sustancia curativa de estos tipos de cáncer, ya que hace más difícil la presencia de una enzima que mantiene bajos los niveles del gen p53.
En Internet; Nature: http://www.nature.com/nature/