Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un extenso programa de inmunización coordinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF ha logrado reducir un 60% la mortalidad mundial por sarampión en un plazo de seis años, informa el jueves The Lancet.
Ese porcentaje supera el objetivo que había fijado en el 2002 la Asamblea General de las Naciones Unidas en una sesión dedicada a la infancia, cuando propuso reducir un 50% la mortalidad por esa enfermedad para el 2005.
Pese a la existencia desde hace más de 40 años de vacunas seguras, eficaces y relativamente baratas, a principios del milenio el sarampión era todavía una de las principales causas de mortalidad infantil en el mundo, sobre todo en países en desarrollo, recuerda The Lancet.
Para hacer frente a ese problema, la OMS y UNICEF pusieron en marcha un programa para reducir el índice de muertes en 45 países particularmente afectados. Esa estrategia comprendía cuatro grandes líneas de actuación: desarrollar y mantener un programa de vacunaciones rutinarias contra el sarampión en cada distrito; garantizar que todos los niños tenían acceso a una segunda etapa de vacunas; supervisión de posibles casos y seguimiento clínico apropiado de los enfermos.
Según los datos divulgados en la publicación por Lara Wolfson y sus colegas de la Iniciativa para la Investigación de Vacunas de la OMS, se estima que la mortalidad global por sarampión disminuyó en un 60% de 1999 al 2005, de 873 000 a 345 000 fallecimientos.
La mayor reducción porcentual de mortalidad estimada se registró en la región del Pacífico occidental, donde disminuyó un 81%, seguida de África, donde disminuyó en un 75%.
Durante el período de aplicación del programa, se previnieron casi 7,5 millones de muertes por sarampión, señala The Lancet.
El éxito de la iniciativa ha llevado a fijar otro reto: reducir la mortalidad por esa enfermedad en un 90% para el 2010.
"Si se mantiene la voluntad política y el compromiso financiero para alcanzar este objetivo, y se usan estrategias innovadoras para vincular la vacunación contra el sarampión con otras intervenciones para la supervivencia infantil, hay buenas razones para pensar que el nuevo reto puede alcanzarse", afirman los responsables de la OMS. La consecución de esa reducción del 90% permitiría acercarse a uno de los Objetivos del Milenio de la ONU, reducir en dos tercios la mortalidad infantil.
En otro artículo publicado en The Lancet, David Ellimen y Helen Bedford, del hospital infantil londinense de Great Ormond Street, observan que, para que tengan el mayor impacto posible en la salud infantil, los programas de inmunización deben integrarse en una estrategia global para hacer frente a las principales causas de mortalidad en niños menores de 5 años: infecciones respiratorias, diarrea, sarampión, paludismo y malnutrición.